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Complicaciones| Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“En el carácter, en la manera y en el estilo, la excelencia suprema es la simplicidad”.

Henry Wadsworth Longfellow

¿Para qué hacer las cosas fáciles y sencillas si las podemos hacer complicadas? Ésa ha sido siempre la filosofía de las autoridades mexicanas. Y a pesar de que hoy prevalece un discurso de cambio y de modernidad entre nuestros políticos, en la práctica las cosas se mantienen igual.

Ayer se publicó en varios periódicos capitalinos un mapa de cómo se tendrá acceso a la nueva Terminal 2 del aeropuerto de la Ciudad de México, la cual empezará a operar en unos días. Actualmente, la ruta de entrada a la zona de hangares, donde se ha construido la Terminal 2, es muy sencilla. Simplemente hay que tomar la avenida Fuerza Aérea Mexicana con rumbo al sur y dar una vuelta a la izquierda para llegar a la terminal.

Ah, pero esto resulta demasiado sencillo. Hay que hacer sufrir a los usuarios de la nueva Terminal 2. ¿De qué sirve hacer un proyecto público, que ha costado más de 800 millones de dólares, si no se complica la vida de los usuarios?

Pero no nos preocupemos. En el mapa publicado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se muestra que ya no habrá acceso a la Terminal 2 por esa ruta sencilla que lleva a través de Fuerza Aérea Mexicana. Esta avenida se va a volver de un solo sentido con dirección norte.

Por lo tanto, si alguien viene del centro o el sur de la ciudad y quiere ir a la Terminal 2, tendrá que ir primero a la Terminal 1, recorrerla casi toda, dar una vuelta en U y regresar para tomar un puente que llevará a la Terminal 2. Esto añadirá por lo menos unos 20 minutos al ingreso a la Terminal 2 y mantendrá los actuales congestionamientos de tránsito que hoy sufre la Terminal 1.

No es ésta la primera ocasión en que las autoridades optan por la solución más complicada a problemas prácticos que pueden resolverse de forma mucho más sencilla. Hacer una llamada a un celular en nuestro país, por ejemplo, es una verdadera pesadilla y más si se compara con lo que hay que hacer en cualquier otro país del mundo.

Si usted llama a un celular de un teléfono fijo en México, hay que marcar primero 044 y después el código de área y el número. Si habla desde otra zona, pero en teléfono fijo, debe digitar 045 en vez de 044. Si llama desde un celular, hay que omitir el 045 o el 044 y marcar directamente el código de área y el teléfono. Si llama a ese celular desde fuera del país, hay que añadir un 1 entre el código del país y el de la ciudad. Si la llamada es a un Nextel… ya no recuerdo qué se que tiene que marcar, pero es distinto.

Si usted quiere hacer una llamada en México, por lo tanto, tiene que saber de antemano si está llamando a un celular, a un Nextel o a un teléfono fijo y saber si éste se encuentra o no dentro del área en la que uno está.

En vez de tarjetas de presentación, en nuestro país hay que mandar imprimir manuales de instrucciones. Aquellas personas del exterior que quieren hacer negocios en México se enfrentan constantemente a las dificultades de saber cuál de todas las marcaciones es la que corresponde. ¿No se dan cuenta las autoridades de que esto significa pérdida de competitividad? Y el problema no es sólo de los empresarios. Tengo grabada en la memoria la imagen de un campesino junto a una caseta de telefonía pública que, desesperado, me dio un papel con un teléfono escrito y me preguntó. “¿Y cómo le marco? De todas formas me dicen que está mal”.

Los políticos y los burócratas de nuestro país están convencidos de que su papel en la vida es complicar la existencia de los ciudadanos. Nos dijeron, por ejemplo, que había que impulsar una reforma para hacer más fácil y competitivo nuestro sistema fiscal, y en cambio se han aprobado medidas que complican las cosas al establecer dos impuestos al ingreso. Lo peor de todo es que antes de que el sistema entre en vigor ya se le han hecho modificaciones con circulares.

Los trámites en México siguen siendo extremadamente complicados. Los burócratas y los políticos están convencidos de que las cosas deben ser tan difíciles como se pueda. Quizá de esta manera conserven sus empleos, pero le restan competitividad a nuestro país.

Por lo pronto es absurdo que un acceso a una nueva terminal aérea se haga de la manera más complicada posible. Parece haber una decisión explícita de hacer la vida difícil a los usuarios. No sé si sea perversión o simple incapacidad de quienes toman estas decisiones.

PRESUPUESTO

Finalmente la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos para el 2008. El gobierno federal gastará 2 billones 569 mil millones de pesos el próximo año. Esto es más de 2,500 pesos por hombre, mujer y niño. Para una familia típica de cinco personas, el gasto gubernamental asciende a 12 mil pesos al año. Se trata de un 24 por ciento del producto interno bruto, la suma total de los bienes y servicios que se producen en la economía. Si realmente el gasto gubernamental fuera un instrumento para combatir la pobreza, hace ya mucho tiempo que habríamos acabado con ella. Pero la verdad es que el gasto gubernamental sirve fundamentalmente para mantener a una casta burocrática que vive a expensas de los sectores productivos del país.

Página de Internet: www.sergiosarmiento.com

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