Hoy es Nochebuena y se espera la llegada de Santa Claus y sus bolsas llenas de regalos. Para variar, muchos hemos dejado todo al último y nos lanzamos desde temprano, ojera incluida y ojos papujos, a efectuar adquisiciones tardías, mejor conocidas como compras de pánico.
Por obvias razones, las mercaderías están todas revueltas, en las prendas de vestir ya sólo quedan tallas XL y la rebatinga se pone de a peso cuando algún empleado distraído saca de la bodega algún sobrantito.
En el futbol mexicano sucede algo muy parecido; la mayoría de los equipos, en lugar de trabajar con las fuerzas básicas y dar salida al elemento nacional prefieren sacar la chequera y traer del extranjero lo que le vendan, independientemente de la calidad, o adquirir apresuradamente dentro del mercado mexicano en lo que se ha dado en llamar “futbol de estufa”.
Muchas de estas transacciones resultan tan malas o suenan tan absurdas que no se puede evitar pensar mal, es decir, que promotores, técnicos y directivos estén coludidos en la compra y ulterior encarecimiento del jugador en cuestión, aunque a la hora de las pruebas todos quedemos como el monje loco, es decir, nadie sabe, nadie supo.
Un ejemplo de este loco mercadeo es la Máquina Celeste de Cruz Azul que para esta temporada se ha desecho prácticamente de toda su línea ofensiva. La siempre anunciada y nunca concretada salida del “Chelito” Delgado parece al fin realizada, Richard Núñez hará declaraciones absurdas sólo que ahora tendrá plumaje, y Jared Borgetti, quien se niega al retiro y parece el último de los mohicanos, calentará la banca del Monterrey.
Un ataque conformado por la dupla Sabah-Villaluz parece un flaco presente navideño para la sufrida afición celeste.
Yo le aseguro que si hace diez años le hubieran dicho que la esperanza azul está cifrada en la contratación de un jugador panameño, se revolcaría de risa; pues no mi amigo, es en serio, Blas Pérez es el inminente fichaje para los de La Noria.
Lo bueno es que está de oferta pues el Hércules de Alicante, actual propietario de esta “joya” bajó sus pretensiones y de 4.5 millones de euros, ya anda nomás como en 2.8. Un regalo ¿verdad?. También se habla de un delantero paraguayo de nombre Pablo Zevallos para reforzar la ofensiva cruzazulina y de seguro será otra ganga, al fin que hay billetes y estamos en Navidad, aunque provenga del mundialmente desconocido equipo guaraní Sol de América que, con todo respeto, tiene más nombre de mariachi que de club de futbol.
Ojalá que lo que adquieran en esta vendimia decembrina les traiga buenos resultados pues ya sus seguidores están desesperados por la falta de un título y el Interliga puede ser un buen parámetro de lo que le espera a Cruz Azul.
Si ya compró usted sus regalos, enhorabuena y si no lo ha hecho, relájese, que Santa resuelve todos los problemas.
Ya en serio, le deseo que la salud, el trabajo y la felicidad lo acompañen en esta Navidad a usted y sus seres queridos.
El amor no es una fecha pero esta época es propicia para nutrirlo, cuidarlo y repartirlo con nuestros ancestros, la pareja con la que decidimos cruzar el océano y esas ramas generosas y adorables que encarnan los hijos. ¡Felicidades!.