Ahmadineyad viajará a Nueva York para dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU.
El Departamento de Estado ha concedido el visado solicitado por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, para viajar a Nueva York y dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU, dijo ayer el portavoz Sean McCormack.
“Ha sido aprobado”, dijo a la prensa el funcionario.
Ahmadineyad pretende dirigirse al máximo órgano de la Organización de Naciones Unidas (ONU) antes de que vote sobre una resolución que incluye nuevas sanciones contra su país por negarse a detener su programa de enriquecimiento de uranio. Como parte de un acuerdo con la organización, EU debe permitir a los líderes de los países miembros viajar a Nueva York para las sesiones, excepto en circunstancias excepcionales.
“Tenemos obligaciones como país anfitrión y las vamos a cumplir”, dijo McCormack.
Irán insiste en que sus actividades tienen fines pacíficos, pero EU y sus aliados mantienen que su objetivo es obtener un arma nuclear.
La concesión del visado no es una sorpresa, pues McCormack ya indicó la pasada semana que su gobierno haría todo lo necesario para acelerar los trámites y permitir al presidente iraní ir a Naciones Unidas.
Ahmadineyad solicitó el visado a través de la embajada de Estados Unidos en Suiza, según dijo en su momento McCormack. Washington y Teherán no mantienen relaciones diplomáticas desde 1979.
Los miembros del Consejo de Seguridad (EU, Reino Unido, Francia, Rusia y China) y Alemania se han puesto de acuerdo sobre un borrador de resolución que contempla sanciones que incluyen la prohibición a Teherán de exportar cualquier tipo de armas.
También amplía la lista de entidades e individuos asociados al programa nuclear iraní, a quienes se le congelarían sus activos financieros.
Además, insta a todos los estados e instituciones financieras internacionales a no conceder créditos, subvenciones y asistencia financiera al gobierno de Teherán, excepto para razones humanitarias y de desarrollo.
Asimismo, pide a los Estados miembros que “ejerzan vigilancia y se resistan” a suministrar, vender o transferir armamento a Irán, aunque no se dictamina una prohibición.
Por su parte, Ahmadineyad insiste en que su país no renunciará a sus actividades nucleares, “pese a las presiones”.
En su presentación ante el Consejo de Seguridad defenderá la naturaleza pacífica de su programa atómico, según informó en la carta de solicitud que ha enviado para participar en la sesión de ese órgano.
Sin embargo, Estados Unidos espera algo diferente. “Sería un momento importante para que el presidente Ahmadineyad aprovechase la oportunidad en su intervención ante el Consejo de Seguridad para decir: ‘Vamos a negociar, no buscamos una confrontación, buscamos el diálogo’”, dijo McCormack.