Otman el Gnaoui (der.) durante la lectura de la sentencia del juicio por los atentados del 11-M, en la que ha sido condenado a una pena de 42 mil 924 años. (EFE)
Tres de los acusados por los atentados ferroviarios de Madrid del 2004 fueron hallados culpables el miércoles de homicidio y otros cargos, pero otro fue exonerado, al culminar el controversial juicio sobre el peor ataque terrorista islámico ocurrido en territorio europeo.
Otros cuatro sospechosos recibieron penas menores cuando leyó los veredictos el juez Javier Gómez Bermúdez, en medio de extraordinarias medidas de seguridad en torno al juzgado, vigilado por la Guardia Civil con armas automáticas y auxiliada por perros detectores de explosivos.
Gómez Bermúdez falló sobre la autoría de los atentados ocurridos el 11 de marzo del 2004, en que 191 personas murieron y más de mil 800 resultaron heridas.
Un total de 28 personas fueron procesadas por los atentados.
Los tres principales sospechosos, Jamal Zougam, un marroquí convicto de colocar por lo menos una de las cargas explosivas en uno de los trenes; Emilio Suárez Trashorras, un ex minero español encontrado culpable de suministrar la dinamita robada utilizada en los ataques y Osman Gnaoui, un marroquí acusado de ser el lugarteniente del principal conjurad, fueron sentenciados cada uno a miles de años de cárcel.
Pero Rabei Osman El Sayed, alias "Mohamed El Egipcio", acusado de asistir en los ataques, fue exonerado. Las autoridades habían insistido en que tenían grabaciones en que Osman, quien actualmente está encarcelado en Italia, se había jactado de que los ataques eran idea suya. Con Osman El Sayed fueron además absueltos los acusados Antonio Toro, Carmen Toro, Emilio Llano, Mohamed e Ibrahim Moussaten, Javier González Díaz e Iván Granados.
Otros cuatro cabecillas, Youssef Belhadj, Hassan el Haski, Abdulmajid Bouchar y Rafa Zouhier, fueron exonerados de homicidio pero convictos de cargos menores incluyendo la pertenencia a una organización terrorista y fueron condenados a penas de 12 a 18 años de cárcel.
Otros seis sospechosos fueron exonerados de todas las acusaciones. Otras 14 personas fueron convictas de pertenencia a una organización terrorista, con lo que de los 28 procesados han sido convictos 21.
Gómez Bermúdez dijo que la investigación no descubrió prueba alguna sobre la participación del grupo separatista vasco ETA en la conjura, como sostuvo en los primeros momentos el anterior gobierno de José María Aznar.
Siete de los principales cabecillas en los ataques, incluyendo el ejecutor de las operaciones y un ideólogo, se dinamitaron en un apartamento que utilizaban como refugio en las afueras de Madrid tres semanas después de los atentados cuando fuerzas especiales de la policía se disponían a entrar en la vivienda para detenerlos.
En el asalto murió también el agente al mando de la operación. Los sospechosos fueron localizados por las llamadas de los teléfonos celulares que realizaron los sospechosos.
Las sentencias son mayormente simbólicas porque la pena máxima que puede cumplir un convicto en España es de 40 años. El país carece de cadena perpetua o pena de muerte.