La familia real dio un mensaje en la conmemoración del décimo aniversario de la muerte de la Princesa Diana. Foto: AP
La familia de Diana conmemoró el viernes el décimo aniversario de la muerte de la princesa en una ceremonia organizada por sus hijos, mientras sus admiradores depositaron veintenas de ramos de flores, poemas y retratos ante los portones de la que fue su residencia.
La serenidad del tributo a Diana contrastó con las dramáticas escenas de duelo nacional vividas en este país -poco dado a exteriorizar sus sentimientos- tras la trágica muerte de Lady Di en un accidente de tráfico ocurrido en París el 31 de agosto de 1997.
Con emoción contenida, pues, los dos hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Enrique -que sólo tenía 15 y 12 años, respectivamente, en el momento del siniestro- protagonizaron un servicio de acción de gracias en Londres en memoria de su madre.
Al acto, celebrado en la Capilla de la Guardia, próxima a la residencia real del Palacio de Buckingham, acudieron una treintena de miembros de la Familia Real, entre ellos el príncipe Carlos, padre de ambos jóvenes y heredero al trono, y la reina Isabel II.
Durante la ceremonia, amenizada con melodías de compositores como Mozart -muy del gusto de la difunta- y televisada en directo, Guillermo, de 25 años, y Enrique, de 22, hicieron sendas lecturas, ambos con semblante serio y de riguroso traje oscuro.
"Para nosotros, dos hijos amorosos, fue sencillamente la mejor madre del mundo", dijo en un panegírico el príncipe Enrique, su hijo menor. "Cuando estaba viva dábamos por sentado su amor por la vida, su risa, su gracia y sus bromas".
"Fue nuestra guardiana, amiga y protectora", agregó. "Nunca dejó de manifestar su amor inclaudicable por nosotros".
Durante la jornada los medios de comunicación transmitieron imágenes de la boda y del funeral de Diana, como también pasaron revista a los sinsabores de su unión con el príncipe Carlos.
Y previsiblemente volvieron a ventilarse hasta el cansancio las conjeturas sobre su muerte en un accidente de tránsito en París junto con su novio Dodi Fayed. El Daily Telegraph publicó un ensayo para explicar "por qué estábamos en lo cierto en llorar a Diana".
Enrique y su hermano, el príncipe Guillermo, fueron los responsables de organizar la ceremonia al mediodía en la Capilla de los Guardias cerca de Buckingham, pero muchos culparon a Carlos por el furor que suscitó una invitación a la actual esposa del príncipe.
Camila, a quien Diana culpó de haber arruinado su matrimonio, decidió quedarse en su casa. El Mail había publicado el domingo un comentario de una amiga de Diana, Rosa Monckton, de que la princesa se habría quedado "atónita" de que Camilla fuese invitada.
"Por cierto, se habría quedado atónita al enterarse de que su ex marido se casó con su antigua amante", escribió Monckton.
La primera boda de Camila, con Andrew Parker Bowles, había sido en la Capilla de los Guardias.
Unos pocos centenares de personas se habían reunido a media mañana frente al lugar de la ceremonia, en contraste con la multitud que se alineó a lo largo de la ruta de la procesión fúnebre de Diana a la abadía de Westminster hace diez años.
La reina Isabel II encabezó la lista de invitados a la ceremonia, junto con su marido, el príncipe consorte Felipe. El príncipe Eduardo, hermano menor de Carlos, y su hermana la princesa Ana, estaban en la congregación.
También asistieron el primer ministro Gordon Brown y el ex primer ministro John Major, al igual que el cantante Elton John.
Mohamed al Fayed, que acusa al príncipe Felipe de haber planeado la muerte de Diana y de su hijo Dodi Fayed, no estaba en la lista de invitados. Observó dos minutos de silencio en su enorme tienda por departamentos Harrods una hora antes de la ceremonia. Su hija Camila al Fayed asistió a la ceremonia oficial.
Diana, de 36 años, murió junto a Dodi Al Fayed, de 42, y al chófer del vehículo, Henri Paul, al colisionar el automóvil en el que viajaban contra una columna de un túnel situado junto al puente parisino de Alma cuando era perseguido por varios "paparazzi".
La "princesa del pueblo" aún seguirá dando que hablar porque una investigación judicial abierta en el Reino Unido empezará este octubre con el fin de aclarar las circunstancias del siniestro.