El Siglo de Durango
Los nombres de los denominados Niños Héroes se volvieron a escuchar a toda voz entre los jardines del Parque Guadiana. Ayer, en la conmemoración del 160 aniversario de aquel 13 de septiembre en el que ofrendaron su vida, autoridades militares, civiles y educativas, así como estudiantes, se reunieron en memoria de aquellos cadetes que murieron en batalla.
En punto de las 10:30 de la mañana, frente al monumento que se erigió en honor de los jóvenes alumnos del Heroico Colegio Militar en uno de los corredores del mencionado lugar de esparcimiento, inició la ceremonia planeada para esta fecha, que se enmarca dentro del mes patrio.
Pequeños de preescolar, estudiantes de primaria y bachillerato asistieron para escuchar sobre la gesta que sucedió hace más de un siglo y medio.
Con la disciplina de las fuerzas castrenses, esta ceremonia se llevó a cabo entre los tambores y trompetas de la banda de guerra del 58 Batallón de Infantería, que se encargaron de interpretar varias marchas, mismas que se combinaron con el discurso del teniente Juan Francisco Ignacio Ruiz, encargado del discurso oficial.
El gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras; el alcalde, Jorge Herrera Caldera, y el general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Máximo Pastrana Guadarrama, comandante de la Décima Zona Militar, fueron quienes encabezaron este evento.
Tras escuchar las palabras de Ignacio Ruiz, se procedió a la lista de honor en voz de Pastrana Guadarrama. Fue allí cuando Juan de la Barrera, Agustín Melgar, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Juan Escutia y Vicente Suárez fueron honrados mientras que los presentes recordaban que dieron su existencia como ofrenda a la patria.
Después, la salva de fusilería frente al monumento. Le siguió la guardia de honor y, para continuar, el himno del Heroico Colegio Militar.
Enseguida, se entonó el Himno Nacional Mexicano y, ya para quedar despedidos, los correspondientes honores a la bandera. De esta forma, autoridades y colegiales se alejaron del sitio. Los pequeños de regreso a clases, los jóvenes a aprovechar el tiempo libre con sus amigos y los funcionarios públicos, a toda marcha, se subieron a sus camionetas.