La familia del ex dictador chileno Augusto Pinochet participó en una misa privada para conmemorar el 34 aniversario del golpe militar que encabezó contra el presidente Salvador Allende.
Unas 80 personas asistieron a la ceremonia religiosa que se realizó en la capilla de la hacienda Los Boldos, distante unos 125 kilómetros al suroeste de Santiago, residencia de descanso que Pinochet ocupó hasta su muerte, en diciembre pasado.
La misa fue oficiada por el cardenal Jorge Medina, cercano a la familia Pinochet y férreo defensor de la dictadura (1973-1990), quien pidió orar por todas las personas que murieron el 11 de septiembre de 1973, durante el golpe que lideró el ex dictador.
"(Oré) por todas las personas que fallecieron el 11 de septiembre y los días posteriores, porque la Iglesia como madre cariñosa tiene el deber de orar por todos sus hijos. El que hace los juicios definitivos es el Señor, allá arriba", señaló Medina.
El purpurado aprovechó para bendecir la cripta de mármol, ubicada bajo el altar de la capilla, donde se encuentra el ánfora con las cenizas del ex dictador y que lleva la inscripción "Augusto Pinochet Ugarte, Presidente de Chile".
Al oficio asistieron la mayoría de los familiares de Pinochet y quienes fueron algunos de sus más cercanos colaboradores, como el ex vicecomandante en jefe del Ejército, Guillermo Garín, quien en los últimos años fue vocero del ex gobernante de facto.
También asistieron a la misa los ex comandantes en jefe del Ejército, Ricardo Izurieta, y de la Armada, Jorge Martínez; el presidente de la Fundación Pinochet, Hernán Guillof, y varios generales en retiro y ex ministros de la dictadura.
El senador derechista Jorge Arancibia, ex comandante en jefe de la Armada, dijo a periodistas que la misa fue "muy emotiva" y que la prédica de Medina estuvo centrada en la fe y descartó que haya realizado alusiones políticas.
El diputado derechista Iván Moreira calificó por su parte la ceremonia religiosa como "muy significativa y muy emotiva" y agregó: "Aunque le duela a la izquierda", la gente sigue reconociendo la obra que dejó Pinochet.
Unas 70 personas se reunieron en las afueras de la hacienda Los Boldos para manifestar su adhesión a Pinochet, por lo que recibieron el saludo de algunos de sus familiares, entre ellos la hija mayor del ex dictador, Lucía.