Un argentino tuvo en su casa el cadáver de su madre durante cuatro días debido a que no encontraba al médico que debía firmar el certificado de defunción.
En la ciudad de Rosario, en el centro del país, Eugenio Santiago se vio obligado a recurrir a los servicios médicos del Instituto de Servicios Sociales para Jubilados (PAMI) porque su madre, de 82 años, no se sentía bien.
Cuando el servicio de emergencia llegó a su casa, la mujer había fallecido.
La médica que acudió al domicilio extendió un certificado de defunción pero informó al hombre de que debía contactar con el médico de cabecera que trataba a la fallecida para que cumplimentase el trámite.
Santiago no pudo ubicar al médico, un día después de haber presentado una denuncia en una comisaría. El cadáver de su madre fue retirado de la casa.