El Siglo de Torreón
En los días más intensos de la batalla tras la elección presidencial de 2006, el entonces candidato del PAN, Felipe Calderón, estuvo de acuerdo en aceptar la demanda de su oponente Andrés Manuel López Obrador, de realizar un recuento total de votos.
Aunque la decisión no dependía de Calderón, sino del Tribunal Electoral, el apoyo de quien había sido declarado candidato ganador de la elección del dos de julio habría dado un fuerte impulso a la demanda que comenzó a ganar terreno en la opinión pública en las semanas posteriores a la elección del 2 de julio.
La postura de Calderón es reconocida por el propio mandatario en el libro ?Presidente Electo?, de los periodistas Salvador Camarena y Jorge Zepeda Patterson, que detalla el ascenso de Calderón a la Presidencia de la República y cuenta los entretelones de la campaña del panista por la Presidencia y la batalla posterior al dos de julio.
?Reuní al equipo y dije ?vamos a ver todos los escenarios, el PRD pide que se recuente, vamos al recuento, no tengo la menor duda??, recordó Calderón en una entrevista con Camarena.
La reunión fue el 10 de julio, cuatro días después de que terminó el cómputo de la elección que dio el triunfo a Calderón.
?Yo no tenía preocupación?, concluyó Calderón en la entrevista. Sin embargo, narra el libro, el entonces candidato fue persuadido por su equipo de no apoyar públicamente el recuento.
?A pesar de que tenían encuestas de que la población en general veía con buenos ojos el nuevo conteo el grupo (de Calderón) se oponía a ellos basado en dos ideas: que el perredista no reconocería ningún resultado que no lo favoreciera, y que la apertura total podría mostrar elementos o irregularidades (...) que le dieran a la coalición Por el Bien de Todos el sustento para pedir la nulidad de la elección?, detalla el libro.
Felipe Calderón cuenta que dos colaboradores de su campaña: César Nava (hoy secretario particular del presidente) y Juan Molinar Horcasitas (hoy director del IMSS), argumentaron que la demanda de conteo ?voto por voto? era una estrategia para anular la elección.
?Y efectivamente -reconoce Calderón- si hubiéramos ido a un recuento en ese momento de desorden, lo que hubiera sacado el PRD es un argumento político para anular la elección sin fundamento legal?.
Al final, Calderón y su equipo decidieron seguir una vía jurídica de defender la elección ante el Tribunal Electoral, que decidió abrir los paquetes en nueve por ciento de las 130 mil casillas del país, pero terminó validando la elección y el 5 de septiembre declaró a Calderón como Presidente Electo.
El padrino del novio
La agenda del presidente Felipe Calderón en su primera visita a Torreón incluyó una hora y media para tomarse fotos, media hora para firmar un acta, media hora para cenar y una hora para bailar.