Las personas no poseen valores o virtudes por el solo hecho de pensar que los tienen. Ni el hecho de pensar que los poseen les garantiza conseguir empleo con más facilidad, o con menos dificultad. Tampoco el hacer las cosas bien en el trabajo garantiza que te vaya a ir bien en él, las tienes que hacer mejor que quien las haga mejor porque en este mundo globalizado con toda seguridad alguien aprenderá a hacerlas mejor que tu o por lo menos estará intentándolo con toda su fuerza.
Si las virtudes y los valores solo están dentro de las personas, ello no sirve de nada. Los valores y las virtudes son el sello que cada persona le pone a todo lo que hace, en ello se refleja la riqueza o pobreza de valores y virtudes. Somos honestos si lo que hacemos , lo hacemos con honestidad. Seremos puntuales solamente hasta que lleguemos a tiempo, entreguemos a tiempo o hagamos a tiempo. Seremos precisos solamente cuando hagamos cosas con precisión. Somos disciplinados solamente si hacemos lo que hacemos, de acuerdo a las normas establecidas. Somos tenaces en la medida en que perseguimos nuestros objetivos con tenacidad y permanecemos en esa perspectiva. Los valores y las virtudes de las personas están en lo que las personas hacen.
Todo lo que hagamos contiene la esencia de lo que somos, la esencia de nuestra forma de pensar, de nuestras emociones y de nuestra alma, lo que hacemos refleja lo que somos. La mejor preparación para la vida es hacer las cosas bien, lo mejor que podamos, desde las más simples, hasta las más complejas. Hacer unos tacos bien hechos, limpiar una recamara lo mejor que podamos, vaciar una losa de concreto lo mejor que se pueda, , escribir un buen reporte, hacer una tarea escolar muy bien hecha, hornear un rico pastel, saber hacer y saber hacerlo muy bien, lo mejor que se pueda, poniéndole alma corazón y vida.
Invertir tiempo en cultivar nuestros quehaceres, prepararnos para la vida, cultivarnos para ser cultos de manera proactiva sin esperar a que otros nos empujen en esa dirección. Cuando hacemos todas las cosas lo mejor que podemos, poniendo todo nuestro empeño, estamos preparando el terreno para conseguir empleo.
Enlistaré algunas virtudes o valores que se requieren para conseguir empleo como punto de partida en la larga y permanente carrera de progreso que es la vida, cada persona puede agregar las que desee para aplicarlas a sus acciones diarias.
Ser selectivos. Debemos saber que tipo de empleo es el que buscamos, que quehacer nos llena más y nos realiza plenamente. Buscar trabajo “de lo que sea” nunca ha sido ni será una estrategia válida y fructífera para conseguir trabajo. Si no somos selectivos, pasaremos los días repartiendo curriculums sin ton ni son, sin ningún valor. Hay muchas personas que reparten sus resúmenes y los envían por Internet esperando plácidamente a que alguien les hable para ofrecerles un empleo. Escoger el tipo de trabajo que queremos y que vamos a buscar, es tan importante como el escoger la universidad, un lugar para vivir o un cónyuge, Estas decisiones deben ser selectivas.
Ser tenaces. Todo vendedor sabe que una parte esencial de su actitud para tener éxito es estar preparado para vender y no desanimarse en lo más mínimo ante las numerosas negativas que se presenten. Quien esta en busca de trabajo quiere vender sus servicios, los “no” recibidos solo deben servir para ponerle más enjundia y ganas a la búsqueda. Nadie dijo que sería fácil. Si nos descuidamos y no persistimos, si no somos capaces de dedicarnos de tiempo completo a esta búsqueda, alguien más conseguirá lo que buscamos. Trabajo si hay y siempre ha sido difícil encontrarlo, quienes lo hallan, salvo algunas-pocas- excepciones, lo encuentran porque pusieron todo su ahínco en esa tarea. Muchas veces quienes buscan empleo no muestran mucha prisa por conseguirlo y se la llevan lenta, o se van al extremo de conseguir cualquier tipo de trabajo “de lo que sea”. Busca el empleo que realmente quieres y búscalo en todas partes, no te limites, búscalo incluso fuera de tu ciudad.
Compromiso. Estar dispuesto a comprometerse cabalmente a convertir el trabajo en el principal compromiso profesional, lo importante de una persona no es su profesión sino el grado de compromiso que aplica en desarrollarla.
Empatía. La empatía se percibe, se nota en lo que hacemos cuando nos inclinamos a la conveniencia de los demás y no a la propia y cuando queremos agradar a los demás. Al acudir a una entrevista o al llenar una solicitud, se nota si lo hacemos con empatía, se nota cuando queremos adaptarnos a las necesidades de la empresa y no forzamos la situación a nuestro propio gusto. La empatía se requiere en los trabajos que nos ofrecemos a hacer, de acuerdo con el que va a utilizar nuestros servicios. No trabajamos para nosotros, con la empatía demostramos que queremos trabajar para los demás.
Mejora continua. Demostrar que estamos dispuestos a aprender a ser mejores que nosotros mismos, a evolucionar , a trabajar nuestro interior.
Docilidad y disciplina. Demostrar que estamos dispuestos a hacer las cosas con docilidad, a facilitar el que los jefes nos den instrucciones, que sepan que si las instrucciones tienen sentido, somos y seremos dóciles para cumplirlas. Que hacemos las cosas siguiendo con disciplina las reglas de la empresa.
Aportar. Dar la seguridad de que lo que hagamos en la empresa aportara a la satisfacción de los clientes y a la satisfacción de los accionistas, si queremos y si sabemos aportar, en caso de que nos den el empleo, en poco tiempo investigaremos con claridad cuales son nuestras actividades que pueden aportar más a la empresa.
Nadie nos da trabajo, nosotros tenemos que fregarnos bien y bonito para encontrar nuestro trabajo, hay que aprender a saber emplearnos y para hacer bien la ardua tarea de conseguir empleo.
Comarca Lagunera. Junio, 2007.
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