EL SIGLO DE TORREON
Como todo sentimiento, la motivación no es permanente, sino que es influenciada por diferentes aspectos, entre los más importantes se pueden mencionar los siguientes: el entorno, la tolerancia o aceptación propias y nuestras características individuales. El entorno es todo aquello que nos rodea, nuestro hogar y su funcionamiento, el país donde vivimos y sus peculiaridades, si éstos operan en forma desorganizada, la motivación y autoestima se reducen significativamente. La mejor cura para la desmotivación y la baja autoestima es enfrentar la realidad y superar las adversidades. Por otra parte, la tolerancia o aceptación bajo circunstancias claramente inaceptables, es causa directa de desmotivación y ausencia de autoestima. Además, nuestras características individuales definen también nuestros niveles de ambición y de autoestima.
Una persona realizará algo si siente que es importante para él, Una persona realizará más de algo si siente que es importante para quienes son importantes para él y una persona realizará aún más de algo si siente que progresa por hacerlo. Otro aspecto que tiene influencia en la motivación es la armonía espiritual de cada persona. El fracaso, de hecho, suele ser un instrumento más motivador que el éxito mismo cuando se aprende a asimilarlo, motivar es lograr un cambio en la conducta y es la clave de cualquier logro. A final de cuentas, el éxito no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación y que exige cambios, acciones y paciencia, mucha paciencia.
Muchas veces, somos nosotros mismos los que constituimos una barrera muy grande para alcanzar nuestras metas ya sea por la indisciplina, flojera, tiempo desorganizado o por no considerar nuestra meta una prioridad, por lo tanto tener nuestros objetivos claros, poder medirlos, tener creencias positivas tanto en nuestras capacidades como en los resultados, además de disciplina y apoyo de otros, son los elementos claves para alcanzar lo que queremos.
Las técnicas a seguir para mejorar la motivación del personal son: dar apoyo y reconocimiento regularmente; exaltar el valor del trabajo de un empleado; suministrar al personal símbolos de la importancia y naturaleza oficial de sus trabajos: uniformes, sombreros, prendedores, etc.; tener consideración a los problemas que enfrenta el personal en su trabajo y que están fuera de su control.; buscar la opinión del personal en todos los asuntos o problemas que se relacionen con su trabajo; sugerir oportunidades para el desarrollo y proporcionar medios para la capacitación y la actualización de habilidades. Los resultados que se puedan obtener después de desarrollar las técnicas anteriores no tendrán mucho efecto si no se proporciona una retroalimentación efectiva, en la que se le transmita al personal como es el desempeño de su trabajo, de tal forma que se permita a los empleados conocer lo que están haciendo bien, lo qué necesitan mejorar y cómo pueden mejorarlo. Finalmente, para que la retroalimentación sea efectiva, los comentarios deben cumplir las siguientes características: estar directamente relacionados con las tareas; hacerse de forma inmediata; orientados a la acción; motivantes; y constructivos.
Un coeficiente emocional óptimo es de vital importancia para la motivación y es alcanzado por aquella persona que conoce sus emociones negativas y, lo que es más importante, puede resolverlas. La persona que no conoce sus propias emociones negativas, o que conociéndolas es incapaz de manejarlas, está afectando en distintas medidas su vida de trabajo y su particular visión del mundo. La educación de las emociones tiene ya la categoría que siempre debió tener. Lograr la capacidad para conocer las propias conductas y saber manejarlas, es tan importante como tener un buen coeficiente intelectual, para obtener un valioso cargo en cualquier empresa. La inteligencia emocional da a la reeducación del carácter una revitalización en el camino a potenciar las capacidades de cada individuo.
Si la fuerza motriz de la inteligencia en los negocios en el siglo XX fue el CI (Coeficiente Intelectual), en el siglo XXI será el CE (Coeficiente Emocional) y formas afines de inteligencia práctica y creativa serán parámetros de competencia individual.
La Programación Neurolinguística (PNL) ha contribuido mucho en lo que a motivaciónse refiere, porque ha permitido comprender por qué ciertos elementos motivadores funcionaban con algunas personas y con otras no, en especial, aquellos incentivos que son de importancia para el jefe mismo, parecen no serlo para su personal. Es así como la PNL acerca numerosas respuestas.
Finalmente, se debe recordar que la tarea más importante de un gerente es motivar a su personal y fomentar la consecución de metas por medio de objetivos comunes. El gerente, en el desempeño de su ejercicio profesional, debe saber utilizar la motivación con todo su alcance, repercusiones, y usos que le produzca resultados positivos. El saber identificarse con el tipo de motivación que se requiere de acuerdo al comportamiento organizacional le proporciona a la gerencia una buena integración de su equipo de trabajo y que ello se refleje en un clima organizacional idóneo.
Comarca Lagunera. Marzo, 2007.
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