En el sector de la industria del vestido, desaparecieron trescientas empresas y con ellas, mil seiscientos empleos directos en menos de seis meses. Ello ha sido consecuencia directa de dos factores muy importantes: la entrada a México de productos chinos a precios dumping, y a que varias empresas extranjeras han cancelado sus planes de inversión en nuestro país para emigrar a Centroamérica.
Moroleón es un claro ejemplo de ello. Este centro textil ya se encuentra en etapa terminal, los productos chinos entran a México de contrabando y destrozan impunemente a las empresas de ese ramo que hoy operan allá a menos del 30% de la capacidad que antes tenían; además de las trescientas que ya desaparecieron, mas de dos mil pequeñas y medianas empresas de ese ramo están en alto riesgo de desaparecer.
China es ejemplo de esfuerzo por su desarrollo, pero también es un mal ejemplo por los medios que usa para conseguirlo, la queja hacia China es generalizada en todo el mundo. En nuestro país, ni la queja directa de algunos de los gobernadores ha hecho posible detener el contrabando chino.
Las importaciones de productos de la confección aumentan y las exportaciones van en caída libre sin nada a la vista que las pueda detener. En tan solo cuatro años, las importaciones aumentaron veintitrés por ciento y las exportaciones disminuyeron en dieciocho por ciento. Hay tres caminos para tratar de detener este problema: bajar los altos costos de producción, que el gobierno apoye mas a las empresas del ramo y que los aranceles para importar telas de países fuera de la región del tratado de libre comercio, sean más bajos, del orden del cinco por ciento máximo. La Secretaría de Economía tiene la palabra para esto, si se logra, se pueden generar cien mil empleos directos y también, frenar las importaciones de prendas las cuales ya alcanzan el 40 por ciento del mercado nacional. La invasión de prendas asiáticas, particularmente de China y principalmente de contrabando, representa para nuestro país 9,500 millones de dólares.
Hasta hace poco tiempo, las empresas del ramo textil trabajaban los tres turnos de todos los días del año, hoy, en el mejor de los casos, solamente operan a plena capacidad durante tres meses del año y el resto del tiempo, sobreviven con medios turnos.
Los productos chinos, entran a México gracias a la corrupción de servidores públicos y a malos oficiales de aduanas, todos ellos se olvidan de la estrofa de nuestro himno mexicano haciéndonos dudar a todos que el cielo le dio a México un soldado en cada hijo. Los coreanos se han puesto vivos en México, meten a nuestro país, lo que sea de China, por donde sea, a la hora que sea y al costo que se requiera. Los cañonazos de dinero siempre han doblado a muchos “servidores públicos”. El contrabando se realiza de manera impune, la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados deberían llamar a cuentas a los oficiales de aduanas y a su jefe directo, la nación les debería demandar la falta de cumplimiento de su deber, el contrabando esta matando a México y los mexicanos nos estamos acostumbrando a ello.
En poco tiempo se quitaran las cuotas compensatorias, las cuales en el caso de las prendas de vestir son de 500 por ciento. En cuanto a calidad, baste decir que las prendas de China, después de la primera lavada confirman que lo barato sale caro, si usted compra una de ellas, no la lave, úsela hasta que se pare sola.
Mientras tanto, los industriales de Guanajuato se están uniendo y haciendo alianza para cerrar filas apoyando a los gobernadores que exigen una solución del gobierno federal al problema; ser informal o importador contrabandista no debería ser mas negocio que jugársela con México pagando nóminas, IMSS, Infonavit, Afores y otros impuestos.
Mientras aquí en México, Zhenli Ye Gon, el chino de las seudoefedrinas, dice que le dijeron “copelas o cuelo”, el lunes pasado. en China, el gobierno ejecutó al jefe de la oficina de administración de alimentos y fármacos por prácticas desleales y por haber aceptado sobornos, por su parte, los malos mexicanos que permiten y solapan el contrabando chino, le están dando “cuelo” a México.
Comarca Lagunera. Julio, 2007.
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