Nació en Littlehampton, Inglaterra, en 1942. Hija de una pareja de inmigrantes italianos asentados en un pueblito de la costa inglesa. Se capacitó como maestra, pero una oportunidad en un kibbutz en Israel se convirtió en un largo viaje de trabajo alrededor del mundo. Poco tiempo después de regresar a Inglaterra, su madre le presentó a un escocés llamado Gordon Roddick. La atracción mutua fue instantánea. Se casaron en 1970, ella con un niño en bazos y otro en camino.
Comenzó la empresa Body Shop en 1976 con la sola idea de que le sirviera de sustento a ella y a sus dos hijas, mientras su esposo Gordon andaba por toda América. No tenía estudios, ni experiencia y lo único que sabía venía dado por un consejo de su esposo Gordon, tratar de lograr ventas por valor de £300 a la semana (unos 3,900 pesos). Nadie se refiere al empresariado como medio de sobre vivencia, pero ella decía que es exactamente eso, además de que nutre el pensamiento creador. Decía que estar a cargo de esa primera tienda le enseñó que los negocios no son una ciencia de las finanzas, sino se trata de comerciar, o sea, de comprar y vender. Se trata de crear un producto o un servicio tan bueno que haga que la gente pague por él para adquirirlo. Ahora, después de 28 años, el Body Shop es un negocio con múltiples sucursales, con más de 2,000 tiendas que reciben a más de 77 millones de clientes, en 50 mercados diferentes, en 25 idiomas, a través de 12 regiones. ¡Y Anita decía que no tenía ni la más mínima idea de cómo llegaron hasta ahí!
No fue sólo la necesidad económica lo que inspiró el surgimiento del Body Shop. Sus viajes iniciales le habían proporcionado una rica experiencia. Había pasado algún tiempo en comunidades pesqueras y agrícolas con gentes de niveles preindustriales, expuesta a rituales dedicados al cuerpo de las mujeres de todas partes del mundo. Además, las dificultades que su madre experimentó durante los años de guerra le hicieron cuestionarse muchas cosas: ¿Por qué tirar a la basura un envase cuando se puede usar de nuevo? En Body Shop se comportan tal y como lo hizo su madre durante la Segunda Guerra Mundial, utilizan todo de nuevo, rellenan todo, reciclan todo lo que pueden. La creación del activismo medioambiental del Body Shop nació de ideas como esas.
Anita decía “Sé que lograr el éxito no depende sólo de buenas ideas; depende del momento también”. El Body Shop apareció justo cuando Europa se convertía en “verde”, en ecologista. La primera tienda siempre pudo identificarse por su color verde, el único color que pudo encontrar capaz de cubrir las paredes húmedas y llenas de moho de esa primera tienda. Abrió una segunda en seis meses, coincidiendo con el regreso de Gordon a Inglaterra. Él llegó con la idea de autofinanciar más tiendas que aceleraran el crecimiento de una red, a través de la cual el Body Shop se expandió por todo el mundo. La compañía se hizo pública en 1984, y desde entonces he ganado varios premios. Los negocios tienen el poder de hacer el bien. Es por eso que la Declaración de Principios del Body Shop comienza con el compromiso de “dedicar el negocio a la búsqueda de un cambio ambiental y social”. Usan sus tiendas y sus productos para ayudar a trasmitir temas sobre derechos humanos y el medioambiente.
¿Cuales son los valores sobre los que Anita Roddick sustentó el progreso de su empresa? Por increíble que parezca, son los siguientes:
*Considerar que ensayar los productos o ingredientes en animales es moralmente y científicamente indefendible.
*Sostener pequeñas comunidades productoras alrededor del mundo que le suministran a Body Shop accesorios e ingredientes naturales.
*Saber y estar plenamente convencidos de que el cliente es único y siempre lo tratan particularmente.
*Solidarizarse con la gente, creer firmemente que es responsabilidad de cada individuo sostener activamente a aquellos a los que la vida les ha privado de lo más esencial.
*Creer que un negocio tiene la responsabilidad de proteger el medio ambiente en el que opera, local y globalmente.
En sus establecimientos, Body Shop pide a todos los dependientes que piensen en una causa social que les preocupe, y se compromete a que el 25% de los beneficios de esa tienda se destine a esa causa social. Es uno de los comercios de mayor crecimiento. Los empleados que trabajan allí saben que, cada vez que venden un producto, están ayudando a solucionar un problema que les preocupa. La sociedad tiene que cambiar en esa dirección, tenemos que pasar del paradigma de las utilidades del negocio al paradigma de la solidaridad.
Anita Roddick, la creadora de la cadena de tiendas de cosméticos The Body Shop, falleció el pasado 10 de septiembre de una hemorragia cerebral a los 64 años. Roddick fue en 1976 una pionera en el comercio de productos respetuosos con el medio ambiente, cuando tal idea se veía como una excentricidad. Apasionada y comprometida, de la nada levantó un imperio con más de 2.000 tiendas en todo el mundo, por el que el pasado año L’Oréal pagó 978 millones de euros. “Mostró que el éxito en los negocios puede ir a la par con la voluntad de mejorar el mundo”, declaró un compañero de generación. Antigua maestra y empleada de la ONU en Ginebra (Suiza), Roddick se ganó un gran respeto y admiración en su país por saber combinar la ética con los negocios. Fue una autentica pionera en Inglaterra y quedará en la memoria de todos como un ejemplo mundial para las mujeres que tratan de montar y desarrollar su propia empresa.
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