EL SIGLO DE TORREÓN
A pesar de no reconocer como única línea el reciente ajusticiamiento de dos hombres en los límites de Gómez Palacio y Ciudad Lerdo, el subdirector de Averiguaciones Previas, Alejandro Moreno Valadez, no descarta que los hechos están relacionaos con el crimen organizado.
Los dictámenes periciales señalan que en el lugar donde fueron acribillados Sergio Domínguez Arvizo de 32 años y Óscar Rivera Hernández, de 26 años, se contabilizaron 54 tiros conforme a los casquillos asegurados.
Fueron seis las armas que participaron en la ejecución. Dos rifles R-15, dos rifles AK-47, una pistola calibre nueve milímetros y un arma de fuego calibre 45. Sólo diez tiros acertaron en los finados.
El peritaje en el auto VW Jetta modelo 2002, color negro, señala que los impactos de bala se alojaron en la parte posterior, lateral izquierda y frente del vehículo, con trayectoria de arriba para abajo, lo que refuerza la hipótesis de que los sicarios iban en la caja de las camionetas.
Moreno Valadez también señaló que ya fue liberada la camioneta Chevrolet Silverado color azul, que fue asegurada la misma noche del crimen, el miércoles 14 de marzo, en el estacionamiento de un centro comercial.
Ante el agente del Ministerio Público, Óscar Menchaca Lara, encargado de la investigación de la doble ejecución, se presentó el dueño de la camioneta que dijo, había dejado el vehículo por una falla mecánica y se acreditó que el golpe con tinte negro, no correspondía al Jetta acribillado.
Como se informó en su momento, las autoridades de Durango siguen con su intención de remitir el caso a la Procuraduría General de la República (PGR).
