El choque entre dos trenes de pasajeros, en una colisión que dejó ocho muertos y un centenar de heridos, fue un accidente "que ya estaba anunciado", afirmó el viernes el presidente del sindicato de trabajadores ferroviarios de Río de Janeiro.
Valmir de Lemos dijo que el pobre mantenimiento dado a rieles y vagones, la mala señalización y operarios sometidos a intensas jornadas de trabajo son parte de las causas del choque, ocurrido el jueves tarde cuando un tren con 800 pasajeros a bordo se estrelló contra la parte trasera de un convoy vacío de seis vagones, que hacía maniobras para pasar de una vía a otra, en esta localidad a las afueras de Río de Janeiro.
SuperVía, la empresa encargada de operar el ferrocarril, indicó que el tren de pasajeros se desplazaba a casi 100 kilómetros por hora.
"Han habido quejas desde el 2001 enviadas a la oficina de la fiscalía en torno al pobre mantenimiento y exceso de trabajo en los trenes", dijo Lemos a los periodistas en esta localidad. "Fue una falla técnica de SuperVía", aseguró.
La compañía negó que el mantenimiento sea causa del accidente.
"Una comisión técnica ya fue formada para determinar las causas. El informe será presentado dentro de 10 días. Sin embargo, cualquier hipótesis sobre qué ocurrió es prematura", dijo el presidente de SuperVía, Amin Albes Murad, en un comunicado.
Los bomberos seguían trabajando en el retiro de vagones y hierros retorcidos para liberar la vía y reanudar el servicio de transporte a cientos de empobrecidos trabajadores que cada día lo utilizan para llegar desde la periferia hasta el centro de la ciudad.
"Uno de los trenes estaba maniobrando ahí en los rieles y el otro vino y lo chocó, boom!. Fue como dinamita", dijo Anderson Cleiton, un ingeniero civil de 25 años, quien aseguró ser testigo del accidente.
Algunos pasajeros atrapados entre los restos tuvieron que ser liberados con sopletes.
La colisión, ocurrida a unos 200 metros de una estación en el sector norte de Río, donde predominan los habitantes pobres, provocó la muerte de ocho personas, dijo Pedro Machado, comandante general del Departamento de Bomberos de la ciudad.
"Tenemos que usar sopletes para abrir los costados de los vagones con el fin de poder llegar hasta la gente", agregó Machado. "Pero ahora estamos seguros de que ya no hay más víctimas fatales".
Los bomberos dijeron el viernes que 101 personas resultaron heridas, al menos 20 de ellas de gravedad.
Joao Gouveia, director de operaciones de la compañía SuperVía dijo que el número de muertos no fue mayor debido a que el tren de ocho vagones partió de la estación Central antes de la hora punta, en la que normalmente los ferrocarriles van totalmente atestados en días laborables.
Marcos de Souza, director del Hospital Posse en Nova Iguazú, dijo que más de 20 personas recibían atención en ese centro.
"Tenían fracturas en los brazos, el rostro, en todas partes", indicó de Souza en una entrevista televisada.