En ratos nos pesa acercarnos a los medios de información, aún y cuando sea necesario mantenernos al tanto del devenir del mundo: Una gran proporción de sus contenidos tiene que ver con aspectos tan negativos de nuestra sociedad, que terminamos con una nube gris en el alma que nos tienta a pensar que el hombre es irremediablemente ruin... Pero de vez en vez nos topamos con noticias refrescantes para el espíritu.
Un caso feliz, es el de la incursión del taco mexicano en tierras chinas: ?El Fogoncito? acaba de abrir el primero de lo que se prevé será el establecimiento de cinco locales propios, y el inicio de una franquicia por otros veinte más en aquella nación. Un avance intercontinental para una empresa netamente mexicana, que se inició hace poco menos de cuarenta años con motivo de los Juegos Olímpicos México ?68, y que a la fecha se ha extendido a otros estados de la república, y a varios países centroamericanos.
Será la maldición de Malintzin, o será el sereno, los mexicanos somos muy proclives a decir ?no puedo?. De una u otra forma encontramos la manera de adoptar el estilo de Marga López, aquella actitud de resignación irremediable frente a la vida... Somos especialistas en el uso del modo condicional: si hubiera, si tuviera, siempre y cuando, y un montón de cosas más. Como el hombre que se pasa la vida sentado esperando que lleguen a tocar a su puerta para ofrecerle el gran trabajo, pero como no llegan, él sigue sentado esperando, algunas veces por lo que le resta de existencia. Frente a una oferta laboral habitualmente se negará, considerando que no saben valorarlo, que aquel trabajo es indigno de su nivel o de sus capacidades, y que no puede aceptarlo.
Dependiendo de nuestra actitud, podemos pasar de un México totalmente sombrío, a una tierra noble, que nos ofrece oportunidades, y que pese a toda la tramitología que caracteriza a nuestra burocracia, conserva opciones para quien desea invertir un pequeño capital familiar en el establecimiento de una empresa propia.
Claro, que hay de empresas a empresas, y de situaciones a situaciones. No todo es miel sobre hojuelas, y aquí va un ejemplo de todo lo contrario: En Piedras Negras no existe una Casa Cuna, ni un lugar a donde vayan a dar por ley los niños abandonados. Las casas hogar que hay en la región están siendo atendidas por grupos religiosos.
Una de estas casas hogar, que ofrece una oportunidad de vida y desarrollo para un grupo de niñas abandonadas, ya sea por orfandad o por situaciones familiares diversas, la maneja el Pbro. Carlos Aguilera, párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón, en Villa de Fuente. Para poder funcionar y dar asistencia social a aquellas niñas, el padre Carlos tuvo que dar de alta la Casa Hogar ante Hacienda. Lejos de ser una empresa lucrativa, es todo lo contrario, una iniciativa de amor que invoca a la Divina Providencia para lograr satisfacer mes con mes, las necesidades de casa, comida, sustento, atención médica, educación y sana diversión para las chiquillas.
Como mencionamos, para funcionar debió de ser dada de alta en Hacienda, maldita tramitología; de manera que en el 2006 llegan los hijos de LOLA a notificar al padre Carlos que se tiene un adeudo de setenta mil pesos por concepto de impuestos. Asesorado legalmente el padre logra aclarar su situación como ONG, iniciativa humanitaria sin afanes de lucro; se condona el adeudo y santo remedio, pero algo falló, y ahora se presenta la SHCP para embargar los bienes muebles de la casa hogar...
¡Qué vergonzoso caso! En primer lugar, un gobierno que no asume su responsabilidad de asistencia social para aquellas niñas. Que cuando tiene un niño abandonado o maltratado, llama al padre Carlos para que lo recoja, lo que me consta como pediatra... No conforme con ello, aplica la tramitología pesada para que se dé de alta ante Hacienda, y ahora lo despoja de sus bienes, como si se tratara de no sé qué. ¿Insinuarán las autoridades hacendarias con su proceder que el padre hace negocio? ¿Que vende las niñas, que les cobra hospedaje, o qué otras estupideces?... ¡Por favor! ¡Cómo que LOLA trae problemas de la vista, y está necesitando lentes!
Dos caras de la moneda; los contrastes tan propios de nuestro México; el primero para tomar ejemplo, el segundo para que las autoridades sean más cautas, pero sobre todo más inteligentes y humanitarias, en lo que a ratos parece un excesivo protagonismo mediático.
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