El programa American Idol no se distingue precisamente por ser una emisión seria; basta recordar a los extraños personajes que participaron en las audiciones y eliminatorias. Sin embargo, también es justo mencionar que el reality ha descubierto a cantantes como Kelly Clarkson y Jennifer Hudson –ganadora de un Oscar como mejor actriz- quienes han visto realizado su sueño de convertirse en estrellas para después olvidarse del programa que las impulsó.
En su sexta temporada, American Idol está cautivando a 32 millones de televidentes y uno de los responsables del éxito del programa es Sanjaya Malakar, adolescente de ascendencia hindú que llena la pantalla chica con sus grandes ojos, su aún más grande sonrisa y sus extravagantes peinados: rizado, lacio o un mohawk falso, hecho con colitas de caballo.
Es un hecho que se ha desatado la “sanjayamanía” a nivel internacional. Además de convertirse en el tema favorito de noticiarios y prensa de espectáculos, Sanjaya ha sido parodiado en Saturday Night Live y en You Tube. Al interpretar You Really Got Me provocó la histeria de una fanática de 13 años –quien como él se volvió popular de la noche a la mañana- y una indignada mujer amenazó con dejar de comer hasta que el concursante abandone American Idol.
También han opinado sobre este fenómeno mediático personalidades como la candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y el locutor Howard Stern, quien está invitando a sus radioescuchas a que voten por el peor concursante y así, cuando éste gane, se evidencie la poca seriedad –y calidad- del show. Mientras tanto, el concursante parece no darse por aludido y cada semana resiste estoicamente los comentarios del crítico Simon Cowell en relación a su carencia de talento. Sanajaya ha adoptado un estilo setentero que a muchos les resulta chocante y su voz deja mucho qué desear. La mayoría de sus compañeros cantan mejor que él y a pesar de eso han sido eliminados, situación que ha provocado el disgusto de los críticos; el mismo Cowelll ha amenazado con dejar el programa si Sanjaya resultara el ganador de esta temporada.
En este tipo de emisiones participan personajes que por mediocres que sean elevan considerablemente el rating. En American Idol está pasando lo mismo que en la cuarta generación de La Academia con Jolette. Al cantar desafinadamente y responder con toda la desfachatez de la que era capaz, la tapatía sacaba de quicio a los críticos Arturo López Gavito y Lolita Cortés mientras el público continuaba votando por ella. La producción de La Academia tuvo que expulsarla para evitar que se colara a la final y acabara con la poca credibilidad que conservaba el show.
Entretenimiento barato o fenómeno mediático, la participación de Sanjaya en American Idol ha dado mucho de qué hablar. Y eso se traduce en ganancias para los productores y en quince minutos de fama para el aspirante a ídolo de la canción.
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