La suerte de la fea
Cuando la originalidad brilla por su ausencia, los productores optan por realizar sus propias versiones de historias exitosas. Es el caso de la telenovela Yo soy Betty, la Fea, cuyos refritos han cautivado a los televidentes en Alemania, España, Israel, Holanda, Rusia, India, Grecia, México y ?recientemente- Estados Unidos.
Salma Hayek no se equivocó al apostarle a Ugly Betty, serie que la ABC estrenó en septiembre del año pasado. La mexicana se emocionó cuando su ?hija? recibió dos Globos de Oro por difundir un mensaje positivo e inspirar a las niñas y jóvenes que se identifican con el personaje principal. A Betty le da vida América Ferrera, actriz de origen hondureño que debutó en la película independiente Real Women have Curves.
Recién graduada de la universidad con altas calificaciones, Betty busca destacar en la industria de la moda. A pesar de ser inteligente, trabajadora y noble, tiene que enfrentar varios retos antes de alcanzar sus sueños. Por ser inocente, inexperta y poco agraciada, está expuesta al desprecio y abusos de sus compañeros de trabajo. La serie no se libra de perpetuar estereotipos y presenta a la familia de Betty como la más unida y buena, mientras que a ella se empeñan en vestirla con enormes y coloridos ponchos.
El origen de este fenómeno mundial es Yo soy Betty la Fea, telenovela colombiana producida a finales de la década de los noventa. Ana María Orozco representaba a una Beatriz Pinzón atrapada en un triángulo amoroso con Armando Mendoza -su jefe- y Patricia, la prometida de éste. El público se enamoró de la historia y de personajes como el de Marcela, la secretaria ?peliteñida? que presumía haber cursado seis semestres de Finanzas en la Universidad de San Marino.
Cuando pensábamos que el cuento del patito feo que se convierte en cisne ya no daba para más -después de los refritos El Amor no es como lo Pintan y Mi Gorda Bella- Televisa lanzó La Fea más Bella y recurrió a una de sus artistas más completas, Angélica Vale, para personificar a Lety Padilla, antítesis de la heroína de melodramas.
A pesar de que las comparaciones le eran desfavorables en sus inicios, la telenovela conquistó el horario estelar y vio subir sus niveles de audiencia hasta opacar a la versión original. Rosy Ocampo supo aprovechar los chismes alrededor de sus actores y el escándalo provocado por Tiziano Ferro, invitándolo a participar en algunos capítulos. El elenco -con excepción de Sergio Mayer- ha hecho un papel decoroso gracias a la dirección de Sergio Jiménez y a pesar de su reciente pérdida.
En la recta final, la producción de La Fea más Bella tendría que corresponder a la lealtad de sus seguidores desapareciendo al híbrido de Tongolele y Jessica Rabbit que desafortunadamente crearon. Tendrían que darle a Lety la imagen sobria y digna de una mujer que a pesar de las adversidades conquista al mundo y ?lo principal- se conquista a sí misma.
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