En la silla del director
Mark Burnett, el productor que convirtió al magnate de los bienes raíces Donald Trump en una estrella de televisión gracias a El Aprendiz, se asocia ahora con Steven Spielberg para presentar On The Lot, un nuevo show que está transmitiendo People and Arts.
Después de una convocatoria internacional que arrojó alrededor de doce mil inscripciones, fueron seleccionados los videos de cincuenta participantes. Ellos deberán demostrar sus habilidades y pasión por el Séptimo Arte. El ganador tendrá la oportunidad de entrar al mundo del cine firmando un contrato millonario con DreamWorks, la compañía que fundaron Spielberg, David Geffen y Jeffrey Katzenberg, productora de exitosas películas como Belleza Americana y El Gladiador.
El trabajo de los aspirantes a directores es juzgado por la actriz y escritora Carrie Fisher (la mismísima Princesa Leia), Brett Ratner (director de X Men), Garry Marshall (productor de Mujer Bonita y El Diario de una Princesa). Por ser expertos en diversas áreas de la industria cinematográfica, proporcionan retroalimentación valiosa y complementan sus juicios al momento de tomar una decisión.
En el primer episodio, los concursantes se vieron obligados a “vender” el guión de su película. Sólo dispusieron de unas horas para preparar su presentación por lo que los nervios y el cansancio jugaron a favor de algunos y en contra de quienes no tuvieron más remedio que despedirse de la competencia. Los miembros del jurado se mostraron escépticos ante el entusiasmo desmedido de uno de los aspirantes y criticaron la falta de seguridad de otro.
El segundo reto fue integrar tríos y filmar un cortometraje en sólo veinticuatro horas. En ese punto comenzaron a surgir las diferencias; los estilos, experiencias y personalidades de cada uno de los integrantes del equipo se vieron reflejados en el trabajo final. De nuevo, sólo tuvieron unos minutos para demostrar su capacidad y los errores que pudieron percibirse en la pantalla les costaron a unos cuantos el sueño de convertirse en grandes realizadores.
Aunque no deja de lado la esencia del reality show, repleta de conflictos y emociones a flor de piel, On The Lot no cae en las exageraciones de otras emisiones de Burnett -basta recordar el protagonismo de Omarosa, la villana de The Apprentice o los complots de Survivor- y mantiene un nivel profesional y respetuoso.
Muestra además lo que hay detrás de cámaras de una producción, desde la generación de una idea, la redacción de un guión, la selección de locaciones y actores, hasta la dirección y edición. Por todas estas razones, On The Lot redime a su género televisivo, mostrando la realidad de manera interesante y auténtica.
soozbaez@yahoo.com