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Crean empresa para medir el control de calidad

Eduardo Valdés creó su negocio Insol, con el objetivo de desarrollar software para máquinas de control de calidad y medición de procesos.

Eduardo Valdés creó su negocio Insol, con el objetivo de desarrollar software para máquinas de control de calidad y medición de procesos.

Insol que fabrica máquinas para medir y controlar los procesos de calidad logró consolidarse en México y ahora entrará a Estados Unidos.

EL UNIVERSAL

MÉXICO, DF.- Hace una década, Eduardo Valdés trabajaba en Siemens en el área de pruebas. En esos años viajó a Alemania, donde se le encomendó desarrollar máquinas de medición y control.

“Luego de mi experiencia en Europa y algunos viajes a Estados Unidos, me di cuenta de que existía un nicho de mercado para este tipo de sistemas y que en México pocas empresas se dedicaban a ello”.

Poco tiempo después, salió de Siemens y en 1998 creó su negocio Insol, con el objetivo de desarrollar software para máquinas de control de calidad y medición de procesos.

En ese momento se vivía un auge en las inversiones en electrónica y en la industria automotriz del país, por lo cual sentía que había una buena oportunidad de desarrollo.

Valdés comentó que la compañía comenzó a dar soluciones de alta tecnología para pruebas e inspección de sistemas, pero las industrias no se conformaban con tener sólo el software, por lo que les pidieron que desarrollaran la parte electrónica-eléctrica.

“Para el año 2000, ya pedían soluciones más completas. Hubo el requerimiento de que no sólo se hicieran los programas y la parte electrónica, sino también los componentes mecánicos”, precisó.

Valdés explicó que al principio Insol decidió maquilar la parte mecánica con otros talleres, pero pronto se dieron cuenta de que ellos debían hacer esos procesos, pues los talleres no tenían claro lo que debían entregar en tiempo y forma.

“Nosotros trabajamos para empresas de clase mundial como General Motors, Siemens, Continental, Volkswagen y Texas Instruments y ellos piden equipo de alta precisión”.

Sin embargo, agregó, cuando se subcontrataba a pequeños talleres, éstos no estaban conscientes de ello y quizá no le ponían tanto empeño en su trabajo ni los entregaban como a nosotros nos los pedían.

Valdés externó que eso los obligó a integrar todos sus procesos y la compañía también se dedicó a fabricar la parte mecánica, con lo cual cerraron el círculo en cuanto a software y fabricación de productos.

En la actualidad, Insol hace todo el proceso, lo cual les permite ser más competitivos al entregar en tiempo las distintas máquinas que piden las transnacionales.

Valdés comentó que sus equipos están en las líneas de producción de grandes consorcios automotrices y de electrónica:

“Por ejemplo, en Volkswagen o General Motors, en la parte de ensamble de motores hay una máquina que se encarga de verificar las especificaciones que debe llevar cada componente en cuanto a altura, posición, etcétera”.

Valdés dijo que Insol se dedica a dar soluciones a las compañías con base en las necesidades que tienen y se les diseña una máquina específica para adaptarse a sus líneas de producción.

CON POTENCIAL DE CRECIMIENTO

Comentó que de 1998 a la fecha se logró multiplicar los ingresos.

“Si bien a inicios de la presente década tuvimos un bache por la desaceleración de Estados Unidos, después los ingresos crecieron 400 por ciento”.

Valdés manifestó que de 2002 a 2006 el nivel de ventas repuntó de manera sostenida, pero están ante una situación en la que necesitan inyectarle recursos a la compañía para que puede crecer a todo su potencial.

Recalcó que, si bien las soluciones de Insol son de clase mundial, lo cierto es que la marca sólo puede competir en contratos pequeños, pues cuando se tratan de grandes proyectos, simplemente no entran, debido a que no tienen la capacidad financiera para hacerlo.

“Cada vez nos metemos a equipos más complejos y requieren más inversión, pese a que se cuenta con ideas e innovaciones, pero sin dinero es difícil sacarles provecho”.

Y en México es difícil obtener créditos de la banca comercial. Los objetivos de Insol son consolidar el negocio y obtener una fuente de financiamiento para potenciar la empresa y en el largo plazo desarrollar el mercado en Estados Unidos.

“Tenemos amplias posibilidades pues el costo en cuanto a mano de obra en el país es mucho más barato que en Estados Unidos, lo que, sumado a la tecnología innovadora, nos ponen en condiciones privilegiadas”.

La empresa, agregó, da soluciones a la medida, pero hay la experiencia de varios años que permite sacar algunos productos de línea.

Valdés externó que la firma tiene equipos de alta tecnología y frente a otras empresas estadounidenses o canadienses están muy bien posicionados en su nicho de mercado.

El directivo explicó que la gran mayoría de sus productos los venden en México y Estados Unidos, pero algunos de ellos llegan hasta China, donde maquiladoras mudan líneas de producción y ahí va el componente de Insol.

Además, recalcó que ya lograron acercamientos con compañías chinas, pero debido a la lejanía y al costo de envío, los negocios son inviables por el momento.

Valdés detalló que Insol puede ser el prototipo de la nueva empresa mexicana, es decir, aquélla que tiene un componente de alta tecnología, que se desarrolla con base en procesos innovadores y puede competir contra cualquier firma de América, Europa o Asia.

“Hay mucho potencial. Hay industrias canadienses y estadounidenses que vienen a México a vender, debido a que existe un buen mercado y mano de obra calificada”.

Uno de los retos de Insol es convencer a las empresas grandes de México de que hay marcas locales con capacidad para dar soluciones de calidad mundial.

También, dijo, nos acercamos a transnacionales y ellas adoptan nuestro procesos; sin embargo, cuando nos ponemos en contacto con marcas locales, no pasa lo mismo.

Valdés aseguró que las compañías mexicanas no quieren invertir en alta tecnología porque sienten que es muy cara o no les traerá resultados óptimos. Incluso prefieren tener a diez personas en control de calidad, cuando una máquina puede hacer a la perfección ese proceso, lo cual les daría mucha mayor productividad.

Expuso que el negocio tiene en la actualidad diez empleados, la mayoría de profesionistas, quienes se encargan de desarrollar todos sus procesos.

Eduardo Valdés recalcó que la compañía registra cifras de crecimiento debido a la integración de sus programas y que cuenta con mano de obra calificada en las partes de software, electrónica y mecánica.

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