Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del DF y Javier Lozano, secretario del Trabajo a nivel federal, protagonizaron una nueva confrontación, en esta ocasión a propósito de la pista de hielo en el Zócalo y del Seguro del Desempleo.
El pasado miércoles por la noche Javier Lozano le envió una carta a Marcelo Ebrard, a través de la cual cuestionó las políticas de promoción del empleo que siguen las autoridades capitalinas, pues el índice de desocupación en la capital del país es el más alto de toda la República.
Además, Javier Lozano acusó a Ebrard de desviar los recursos ahorrados en la reestructuración de la deuda para financiar el Seguro de Desempleo y la pista del hielo en el Zócalo.
Esta mañana Ebrard dijo a propósito de esa carta que ya había girado instrucciones de Benito Mirón, secretario del Trabajo a nivel local “para que ilustre al señor Lozano”.
No obstante, también dijo que no pretende caer en las provocaciones y mandó un mensaje al Presidente de la República: “si Calderón quiere decirme algo que lo diga él”.
Por la tarde, el secretario del Trabajo del DF, Benito Mirón, envió una misiva a Javier Lozano en respuesta a la carta que éste último le mandó el miércoles por la noche a Marcelo Ebrard.
De esta nueva misiva, Benito Mirón subrayó que la capital del país ocupa el primer lugar en la generación de empleos formales, es la economía número uno del país con un 21% de Producto Interno Bruto y entre el periodo 2000-2006 se registró el mayor incremento de trabajadores asegurados al IMSS al concentrarse aquí un 14.5% de esos registros a nivel nacional.
“Hay muchas cifras más con las que podría seguir ilustrando, pero creo que sería tiempo perdido, pues como lo he señalado su objetivo es otro; lamento que a usted le toque hacer el trabajo sucio en contra del jefe de gobierno”, le expresó Benito Mirón a Javier Lozano.
El funcionario del DF conminó también al secretario federal a trabajar en la generación de empleos que necesita el país, “pues no veo de mi parte ningún motivo para que ande tan nervioso, por lo que respetuosamente le recomiendo serenarse”, concluyó Benito Mirón.