Crème de La Mer, como la nombró su creador Max Huber, estaba originalmente formulada con algas marinas, calcio, magnesio, potasio, hierro, lecitina, vitaminas (C, E y B12), aceites cítricos, eucalipto, germen de trigo, alfalfa y girasol.
Desarrolló físico de la NASA milagrosa fórmula que mejora notoriamente el aspecto de la piel, ahora es conocida a nivel mundial.
A principios de la década de los 60's el doctor Max Huber, físico aerospacial que trabajaba para la Nasa, sufrió un horrible accidente al explotarle un experimento, cuyas sustancias químicas le causaron quemaduras severas en el rostro y parte del cuerpo.
Los tratamientos médicos y los preparados terapéuticos y cosméticos no pudieron curar sus heridas, por lo que decidió montar un pequeño laboratorio en el garaje de su casa, investigar por su cuenta e intentar curarse así mismo.
Invirtió en esta labor más de 12 años, durante los cuales realizó más de seis mil experimentos, pero finalmente logró lo que buscaba, perfeccionar una crema que mejoraba notoriamente la piel y le brindaba un aspecto más liso.
La crema milagrosa
Crème de La Mer, como la nombró, estaba formulada por un poderoso ingrediente, el Miracle Broth (elixir milagroso), que estaba formulada con algas marinas, calcio, magnesio, potasio, hierro, lecitina, vitaminas (C, E y B12), aceites cítricos, eucalipto, germen de trigo, alfalfa y girasol.
Para el físico, la diferencia entre un buen humectante y un pequeño milagro consistía no en los ingredientes, sino en la forma en como éstos fueron destilados.
Huber conocía la vieja técnica de la fermentación y descubrió que algo sorprendente sucedía cuando los ingredientes se convertían en componentes individuales: cada uno, mediante este lento proceso de bio fermentación, liberaba energías vitales.
Sin embargo, lo que fue realmente original en la citada crema fue el innovador proceso de biofermentación, inventado por el propio Huber, el cual lo realizaba a bajas temperaturas y utilizando la luz y el sonido como fuentes de energía, con lo que preservaba y reforzaba la integridad de sus ingredientes.
Esta lenta fermentación, que dura cuatro meses, transforma los ingredientes en un elixir de potentes activos con cualidades regenerativas y curativas, y con propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias y anti-microbianas.
Además, el alga que se utiliza es muy especial, la cual Max cosechó a lo largo de la costa del pacífico californiano.
El secreto
El Miracle Broth de Crème de la Mer se encuentra suspendido dentro de su fórmula extraordinaria. Para activarlo y liberar sus ingredientes es necesario entibiar una pequeña cantidad entre las yema de los dedos y luego aplicarla con palmaditas sobre la piel limpia y seca. Se extiende suavemente sobre la cara y cuello; el proceso concluye en la frágil área debajo de los ojos. Se aplica de día y de noche.
"Cuando Max Huber creó el Miracle Broth siempre introducía una pequeña muestra del elixir anterior que había producido. Así hasta el día de hoy el 'ADN' del original se encuentra incrustado en cada nuevo tarro de Crème de La Mer", señala Andu Bevacqua, Director General de Investigación y Desarrollo de la firma.
Las grandes aportaciones
Cuando Max Huber murió ya había explotado y descubierto ingredientes sobre los cuales hoy en día las empresas de cosméticos han incorporado a sus fórmulas, como la vitamina C, que le brinda tersura a la piel, y la E, un antioxidante natural con efecto emoliente.
Max también descubrió las propiedades nutritivas, curativas y anti microbiana del alga marina natural.
En 1995 Estée Lauder Companies compró a la hija de Max la fórmula con la misión de preservar la investigación del físico. De hecho, tomó más de un año para que los químicos y científicos de Estée pudieran duplicar exactamente la fórmula original. Para entonces, ya había mas de dos mil nombres en la lista de espera de una sola tienda.
Actualmente, tanto los ingredientes como la elaboración de la crema se mantienen inalterables tal como los inventó Max Huber, hasta el punto de que cada frasco se rellena todavía a mano el mismo día de su formulación para mantener inalterable su formula.
Esto explica porque es difícil encontrar cremas de esta casa en las perfumerías, pues se han convertido en un mito de la cosmética. Son preparaciones que se distinguen por una distribución limitada y muy selectiva.