EL SIGLO DE DURANGO
CANATLÁN, DGO.- Pocos son los esfuerzos que se llevan a cabo a favor de las personas que se encuentran sin hogar o que por cualquier razón sufren de la falta de una familia o un lugar a donde llegar, alimentarse y protegerse del intenso frío.
Aunque no es tan visible como en otras ciudades grandes, Canatlán también tiene indigentes, son adultos mayores, quienes han sido abandonados por sus familias obligándolos a vagar por las calles en busca de una limosna para subsistir.
FALTA TRABAJO
Algunos duermen un momento sobre las banquetas, se alimentan en condiciones insalubres, carecen de un lugar dónde asearse, pues al terminar el día algunos llegan a sus refugios que desgraciadamente no se les puede llamar hogares, porque algunos ni siquiera cuentan con techo o puerta.
La temporada invernal inicia y anticipa malos momentos para estas personas, poniéndo en peligro sus vidas, aunque se cuenta con el albergue para jornaleros agrícolas, también da atención a indigentes esto no es suficiente, pues es difícil que las personas que se encuentran en esta situación acudan a este lugar por si solas, es necesario la motivación de Protección Civil.
ANTECEDENTES
Esperanza González, de 62 años de edad, conocida con cariño como “Pelancho”, en el mes de agosto tras enfrentar la temporada de lluvias cayó sobre ella una parte del techo de su refugio complicando su salud y de su esposo, en aquella ocasión Protección Civil declaró que con anterioridad se le había recomendado abandonar este lugar a cambio del albergue, sin embargo se negó.
Cornelio, ciudadano de más de sesenta años de edad, tiene por hogar las calles de Canatlán, comenta que muchas personas lo ayudan, le dan de comer o algunos pesos, pues el Gobierno apoya con colchonetas y cobijas sólo a los que van a votar, los utilizan con fines políticos.