POR RICARDO RUBÍN
PUERTO VALLARTA Y ?LA NOCHE DE LA IGUANA?
Fugaz escapada a Puerto Vallarta, en el Estado de Jalisco, México, de donde doce mil habitantes que tenía hace 15 años ahora tiene más de sesenta mil.
Puerto Vallarta, ubicado en Bahía de Banderas sobre el Océano Pacifico, se hizo famoso en el mundo entero por la película ?La Noche de la Iguana?, filmada allí en 1964 por Elizabeth Taylor y Richard Burton, y porque estos actores vivieron allí su romance durante varios meses.
Todos los turistas que van quieren visitar Mismaloya, el pueblo donde está la casa que habitaron Liz y Richard. Y cientos de norteamericanos se construyeron después casas en lo alto de los cerros, en sus faldas, con todas las comodidades, pues la vida es sumamente barata. Lo invaden todo, y como reciben dólares de su país, lo encarecen todo.
Aunque la vida es cara, los extranjeros que viven allí pagan bien y quien se logra colocar de jardinero, velador o cocinera, puede vivir tranquilo.
Los nativos del puerto se sienten felices de trabajar para sus potentados patrones. Además de buenos sueldos, disfrutan de abundante comida y buen trato.
Hay en Puerto Vallarta varias discotecas que funcionan hasta en domingo. En una, como atractivo especial, hay una pista de lodo, donde más que bailar se patina.
En la playa, una nevería muy concurrida anuncia helados de 30 sabores, sin faltar los consabidos de guanábana, chocolate, vainilla y hongos (¿hongos?), pero no vi a nadie que pidiese uno, ni yo me atreví a hacerlo.
El aeropuerto es internacional y su pista de aterrizaje es bien nivelada y en perfectas condiciones.
Puerto Vallarta debería patentar sus atardeceres. Son impresionantes y los más coloridos del mundo... Lo que más se toma por allí es ?tequila de raicilla?, que pega como patada de mula; y como buena botana, salsa pico de gallo con tortillas calientitas.
De lo más emocionante, navegar al norte de Cabo Mita, donde juegan enormes mantarrayas que dan saltos de varios metros sobre el mar.
A cada paso por la carretera surgen puestos rústicos o simples enramadas donde venden mariscos y cerveza fría. La venta de iguanas a orilla de la carretera, como aparece en la película de la Taylor y Burton fue una fantasía del director del filme. La venta de esos reptiles está prohibida.
Recomendable, visitar la llamada Playa de Muertos, pero de noche, cuando se encienden fogatas, se canta y se bebe. Allí se come pescado asado como se dice lo hacía Robinson Crusoe.
Todos aquí, alguna vez, se han trepado en el paracaídas que es jalado por un botemotor a lo largo de la bahía... Imperdonable no ir de noche al cabaret El Chino, donde nacieron los ?mint julep? a base de una yerba que no es precisamente buena. Otro lugar salvaje, La Bruja, donde se premia a las parejas que bailan más desenfrenadamente.
Vallarta, como muchos llaman simplemente al Puerto, ofrece varios campos de golf, todos los deportes del mar, caza, tenis, excursiones a caballo, en jeep, y tiene en sus alrededores varios atractivos: pequeños pueblos qué visitar, zonas montañosas qué recorrer.
Ofrece una gran variedad de hoteles de distintas categorías, desde el más elegante estilo moroco como el Bogart?s, el Condesa del Mar, el Moroco Fiesta Americana, el Kamakura, con su cocina japonesa, Las Gaviotas, de la cadena Sheraton, todos sobre el malecón; y entre los más modestos, el Shangai, el Tango, el Tía María, el Villaventura.
Para comer bien, en el centro de la ciudad, se recomienda el Adobe Café, con sus fajitas y costillas en barbacoa, el Ándale, un bar restaurant con grandes especiales todos los días, el Archie?s Works, el Hard Rock Café, el Bombo?s, el Café des Artistes, con comida francesa y postres deliciosos, o el Café Maximilian, de cocina internacional y mexicana.
Puerto Vallarta tiene un gran número de tiendas y boutiques, donde se pueden comprar artesanías de la región como productos de las marcas más famosas, una alegre y muy activa vida nocturna, una Marina donde atracan yates de todo el mundo, un ambiente cosmopolita y todo lo mejor que se desee... Hay varias líneas aéreas que vuelan directamente allí, o a lugares cercanos como Tepic y Guadalajara.