POR RICARDO RUBÍN
EL MUSEO DE POLICÍA DEL DISTRITO FEDERAL
En uno de los edificios más históricos de la Ciudad de México, en el centro de la gran capital, se encuentra el Museo de Policía que es poco conocido tanto por los turistas como por los mismos capitalinos.
Es un museo especial, en el que está gran parte de la historia del cuerpo policiaco que ha combatido a la delincuencia desde la época del virreinato hasta nuestros días.
Hay allí uniformes de las distintas corporaciones policiacas, armas, instrumentos que usan los delincuentes en sus operaciones de asalto y robo, fotografías de los grandes criminales, recortes de periódicos que narran hazañas de valentía y sacrificio de muchos policías mexicanos, así como una galería de los más conocidos delincuentes que ha tenido México.
El museo está en la calle Victoria número 84, esquina Revillagigedo, en un edificio construido en 1906 por el famoso arquitecto mexicano Federico Mariscal. Antes fue Hospital de la Cruz Verde y allí murió en 1940 el célebre Leon Trosky, a quien Lenin expulsó de Rusia. Allí también hubo en tiempos pasados una inspección de policía y hoy está convertido en el museo, que es visitado diariamente por un centenar de personas.
Estudiantes, investigadores, turistas y extranjeros interesados en conocer la historia de nuestra policía acuden al museo a tomar notas y fotografías. La entrada es gratuita y hay también vistosas dioramas, vitrinas y cuadros que reproducen en figuras de cera algunas acciones policiacas.
Este museo no solo muestra la evolución de la policía de México, sino también es parte de la historia popular de la capital, pues hay estampas prehispánicas, el sereno o policía que hacía rondas a pie con una linterna y un silbato, policías en bicicleta y a caballo.
Una de las salas más visitadas es la que muestra las transformaciones que ha sufrido el uniforme de la policía mexicana, desde la época virreinal hasta nuestros días. Hay también, como un atractivo más, uniformes de policías árabes, ingleses y norteamericanos.
La llamada Sala de Jefes exhibe una galería de los titulares periodísticos desde 1920 hasta la fecha, en que se reseñan las grandes hazañas policiacas en su lucha contra la delincuencia nacional e internacional.
En las paredes de salas y corredores hay retratos y biografías de virreyes, destacando su labor contra el crimen, como el Conde de Revillagigedo, quien además dotó a la ciudad de alumbrado y alcantarillado, así como del Conde de Moctezuma, que limpió los caminos de malhechores.
En un anexo que hay cruzando el jardín central del edificio, se exhiben algunas verdaderas joyas de nuestra historia: la primera bomba de vapor que en 1891 llegó a México para el Cuerpo de Bomberos, con su brillante color rojo y su escalera telescópica que, aún en 1893, era tirada por caballos.
Está un Ford 1918 que fue la primera patrulla motorizada de la policía capitalina; un Buick modelo 1917 (unidad 2400), que todavía el año pasado abrió el desfile del 20 de Noviembre. Todos los vehículos que están en este museo están muy bien conservados y funcionan perfectamente.