Así como las cantantes de silicón buscan salir en TV y Novelas, como los viejos escritores aspiran al Nóbel y los toreros a la plaza de las ventas, los artistas contemporáneos buscan figurar en las páginas del catálogo Art Now, que edita periódicamente la casa Taschen.
Quien tenga una visión tradicional de las artes chocará con facilidad con la ensalada de recursos y discursos que presenta dicho catálogo, que incluye a los jóvenes creadores más relevantes a nivel mundial, demostrando cómo el arte conceptual, que en un principio rompió con las reglas académicas se ha consolidado como la tendencia imperante, el anti establecimiento es ahora una nueva academia. Claramente vinculado con la moda, el arte actual pide de sus devotos una fidelidad sin parangón: se tiene que vestir, pensar y hablar “actual”. Como un credo, los nombres de Gabriel Orozco, Martin Creed y Maurizio Cattelan (entre otros cientos) se deben mencionar de corridito y con despreocupada soltura. Pero vaya, como todas las corrientes triunfantes de cada era, el grueso de la producción es tendenciosa, oportunista y en resumen, banal (con sus muy honrosas excepciones).
Así pues, Art Now da una visión panorámica con artistas selectos y puede servir de guía para saber quién es quién en estos tiempos. ¿Cómo llega un artista al Art Now? Simple: se requieren galerías, instituciones, críticos, curadores y coleccionistas que permitan a un artista desarrollarse en pleno.
Eso coloca a Torreón en los últimos lugares de la fila, pues nuestra ciudad carece en gran medida de este tinglado cultural. Pero hay funcionarios razonables y artistas con calidad, que pican piedra poco a poco. Entre los laguneros que utilizan medios alternativos figura, muy en especial, José Jiménez, sociólogo que emplea las herramientas de su oficio para insertarse en las corrientes imperantes del arte. Jiménez se arriesga a ser juez y parte, siendo, a mi parecer, el único crítico de arte serio de los medios impresos locales. Sin embargo ya sintió el látigo de la región, con su exposición My Received Files, que fue centro de una polémica donde la DMC retiró su respaldo al proyecto dado que éste incluía documentos oficiales alterados como parte de la muestra.
Si ayer la palabra favorita era “revolucionar”, hoy el término amado es “cuestionar”. Jiménez, siempre actualizado, cuestiona desde su obra los usos y costumbres de la gente y su manipulación de documentos en cafés Internet. En esa misma tónica, varios artistas han “cuestionado” y creado polémicas, pero ninguno ha sufrido persecución judicial. Sin embargo la exposición de Jiménez (programada en la Alianza Francesa) fue cancelada hasta que, en un acto conciliador, Icocult Laguna le dio asilo, presentándola de manera íntegra, sin problema alguno. Como cicatriz del desaguisado, quedó el catálogo de la muestra con los logos tachoneados de las instituciones que se consideraron en riesgo (sin que hubiera nada que temer, realmente). Supongo que no hubo dolo, que sólo faltó información. Valga este ejemplo como aprendizaje para los artistas y las instituciones. Es importante estar preparados para procesar las propuestas actuales y permitir su concreción.
Hay que ponerse al tiro, en resumen. En fin, José es serio y está construyendo un lenguaje propio. No puedo más que desearle un espacio en una futura edición de Art Now, bastión de lo actual, donde, como diría mi padre, el más pelón se hace trenzas y el más tullido es alambrista.
PARPADEO FINAL
Está entrando el calorcito a Torreón y con él se avivan los chismes, las cucarachas salen de las cloacas, los niños se ponen más gritones, las chavas recuperan su mal humor, los taxistas se alocan en las avenidas y las cheves vuelven a saber a gloria. Torreón, está volviendo a ser Torreón. Bendito sea. Salud a todos, nos leemos la próxima.
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