María vive en El Consuelo de GP y todos los días atraviesa el lecho seco del Nazas para ver a su hija en Torreón
Gómez Palacio, Dgo.- Animales muertos, llantas viejas, enormes bolsas de basura, muebles inservibles, es parte del panorama que María de los Ángeles Navarro observa hasta llegar a casa de su hija Gabriela.
María vive en la colonia el Consuelo de Gómez Palacio y su hija en la colonia Plan de Ayala de Torreón. Trasladarse hasta casa de su hija en camión, sería costoso y muy cansado, según comenta la madre de familia, razón por la que prefiere atravesar por el lecho seco del Río Nazas, lugar que se ha convertido en un enorme basurero.
“Si tomáramos el camión, tendríamos que caminar como medio kilómetro tomarlo en Gómez y algunas cuadras más en Torreón hasta llegar a casa de mi hija, es por eso que preferimos caminar entre la basura que se ha formado en el lecho seco del río”, comenta la mujer, quien por lo menos dos o tres veces al día, recorre este lugar.
Por las noches, según comenta María, los olores que despide este enorme basurero son insoportables, más ahora con las altas temperaturas y las lluvias que se han registrado en las últimas semanas.
“Pero también porque mucha gente aprovecha para tirar más basura y prenderle fuego (...) no es sano ni para nosotros como papás ni para nuestros hijos”, menciona afligida la mujer.
Pese a las condiciones en las que se encuentra este lugar, los vecinos tanto de la colonia El Consuelo como del Plan de Ayala, han acondicionado una cancha de fútbol, lo que lo ha convertido en un lugar muy concurrido por familias enteras durante los fines de semana.
Rogelio Rosas, es vecino de la colonia El Consuelo e integrante de un equipo de fútbol, quien por lo menos cada domingo tiene un partido por jugar. Él es uno de los vecinos que decidió limpiar el lugar, por lo menos en donde se localiza la cancha.
“Lo tuvieron que hacer ellos mismos porque ninguno de los dos Ayuntamientos, es decir ni de Gómez ni de Torreón, les dieron su apoyo”, comentó María de los Ángeles, suegra de Rogelio.
Sin embargo, María pide a las autoridades hacerse cargo de este problema “que cada vez se va haciendo más grande, deberían de organizar una campaña de limpieza y destinar a varios agentes de la Policía para que vigilaran el lugar, pues de lo contrario no serviría de nada pues en cuestión de días los cerros de basura se volverían a juntar”.
Tanto María como Gabriela, su hija, quien también en ocasiones hace el mismo recorrido que su madre, seguirán esquivando llantas viejas, animales muertos y toda clase de desechos, hasta que llegue una a la casa de la otra.
Hay de todo
Durante su recorrido por el lecho seco del Río Nazas, María de los Ángeles encuentra:
- Animales muertos.
- Bolsas de comida.
- Bolsas de llenas de toda clase de basura.
- Escombro.
- Muebles inservibles.
- Animales ponzoñosos.
