Son muchas las personas sensibles a los efectos negativos de los medicamentos, por ello los pacientes deben informar a los médicos que son alérgicos a determinados fármacos.
Una pequeña roncha o una baja de presión repentina pueden ser señales de una alergia a ciertos medicamentos, un asunto que puede llegar a ser grave.
Las alergias a los medicamentos es un problema de salud pública, que según estadísticas oficiales, afecta a unos 7 millones de mexicanos.
La automedicación es uno de los principales factores de riesgo en lo que toca a reacciones adversas a los fármacos.
Las víctimas de estos efectos colaterales son personas sensibles a la acción de algún tipo de medicamento. Es gente alérgica a ciertos ingredientes químicos de antibióticos, analgésicos, anestésicos y productos hormonales, explica la alergóloga pediatra Rosario Canseco Raymundo.
"Las reacciones de la alergia a los antibióticos se manifiestan de manera física en el paciente, como urticaria (ronchas en la piel) con comezón, hasta las de tipo severo: angioedema (aparición de ronchas rojas de mayor tamaño), cierre de la glotis, broncoespasmo, pérdida del conocimiento, hipotensión severa (baja de la presión arterial) y crisis convulsiva, detalla.
Son muchas las personas sensibles a los efectos negativos de los medicamentos, por ello los pacientes deben informar a los médicos que son alérgicos a determinados fármacos, como la penicilina o incluso a determinados alimentos, lo cual da pistas al doctor sobre lo que no puede recetar.
Es recomendable que las madres pidan al pediatra que atiende a sus pequeños las claves para descubrir ciertas alergias y en todo caso pistas para descubrir cuando se trata de reacciones producidas por otros agentes: alimentos, ropa o medio ambiente.
En algunos casos las alteraciones tienen un trasfondo hereditario de tipo genético, que es el que predispone al individuo a presentar complicaciones.
La experta del IMSS dice que las reacciones de alergia en medicamentos pueden presentarse en cualquier paciente, por lo que los especialistas procuran realizar análisis de laboratorio ante cualquier sospecha genética o de posible reacción, y buscar las mejores alternativas para determinar el tratamiento adecuado.
Las recomendaciones son: evitar la automedicación, en caso de que la persona presente alguna molestia, acudir de inmediato con el médico y seguir las instrucciones de las dosis prescritas.
En cualquier caso, los especialistas están de acuerdo en que cuando hay señales de alergia medicamentosa, lo mejor es acudir al médico que la recetó. Y la urgencia se eleva cuando se trata de un caso derivado de automedicación, e incluso en ocasiones en que la reacción adversa se da después de que la persona ingirió algún fármaco y bebidas alcohólicas.