Los padres deben seguir de cerca la mirada infantil y descubrir si hay en ella signos de alarma.
En los primeros días de vida de los bebés, padres y familiares buscan la mirada de los recién nacidos, quieren saber si “sacó los ojos de papá o mamá”, pero desconocen que deben observar si su visión es buena y no hay ningún problema.
La visión de un recién nacido equivale a solamente a 5% de la de un adulto normal. Entre el primer y tercer año de vida, alcanza 50%.
Un niño normal debe lograr 100% de visión en cada uno de sus ojos entre los 5 y 6 años de edad.
El desarrollo visual tiene tiempos:
De 0 a 1 mes
Si hay mucha luz, cierra los ojos, percibe los contrastes del claro oscuro, su campo de visión no supera los 30 cm.
De 1 a 2 meses
Se queda encandilado mirando las caras de sus padres, sigue sus manos con la vista cuando entran en su campo de visión, reconoce el blanco, negro, rojo, verde y gris, dirige la cabeza a las fuentes de luz.
De 2 a 3 meses
Reconoce las caras y puede memorizarlas, sigue con la vista el desplazamiento de los objetos, su visión de cerca y lejos es mucho más afinada.
De 3 a 4 meses
Al cumplir los cuatro meses tiene visión binocular, enfoca sin problemas objetos a unos 40 centímetros, distingue más los colores, mira su mano y juega con ella.
A partir del quinto mes
La coordinación entre lo que se ve y sus capacidades motrices le permite hacer movimientos de presión con las manos.
Los padres deben seguir de cerca la mirada infantil y descubrir si hay en ella signos de alarma cuando:
• Se han producido problemas durante el embarazo o el parto, o algunas infecciones contraídas por la madre, como la rubéola, la toxoplasmosis, el citomegalovirus y el herpes simple tipo II. Ello puede causar inflamación de la retina y otras estructuras del ojo del recién nacido.
• Si el parto es prematuro, la visita al oftalmólogo es obligada.
• Si la mamá o papá han tenido problemas de visión, ya sean comunes como la miopía o hereditarios como el glaucoma.
• Cuando los ojos del bebé lagrimean continuamente. Ello puede deberse a una obstrucción del canal lagrimal, problema visual frecuente en niños.
• Si se observa desviación en algunos de los ojos del recién nacido o la caída de uno de los párpados, puede indicar estrabismo o ptosis congénita.