El día de hoy platicaremos acerca de una de las anomalías linguales, que puede provocar que nuestros niños presenten problemas para hablar o alimentarse.
Esta anomalía consiste en la formación de un frenillo lingual corto, que se extiende desde la punta de la lengua hasta el piso de la boca y el tejido lingual, restringiendo la extensión de la lengua, provocando una afección en la precisión, el margen y la velocidad de los movimientos linguales, originando con ello, problemas en el habla o la alimentación.
Con respecto a los problemas que esta anomalía puede producir en el habla podemos mencionar:
*Restricción de la elevación de la punta de la lengua, por lo cual, se sustituyen y distorsionan los sonidos linguales (L, T, D, N, S, Z).
*La velocidad de locución es más lenta de lo normal.
*Dificultad para alimentarse, por ejemplo, problemas para succionar durante la lactancia. En el momento que se detecte que el frenillo lingual anormal, esté alterando la locución o alimentación de un niño, deberá de valorarse a la brevedad, para determinar si es necesario la reducción quirúrgica del mismo, (frenectomía lingual).
Con esto se logrará, liberar la lengua, mejorando su movilidad y la dicción.
Una colaboración y coordinación estrecha entre el odontopediatra y el terapista de linguaje, seguramente ayudará en mucho, en el tratamiento y rehabilitación de niños con este tipo de padecimiento.
?Es la prevención, nuestra mayor preocupación?.
¡Hasta la próxima!