Cristina Fernández fue recibida con honores militares cuando ingresó hoy a la Casa de Gobierno en su primera jornada como presidenta argentina, seguida por su edecán castrense femenina, una teniente coronel del ejército.
La nueva mandataria, la primera mujer en ocupar por voto popular la Presidencia argentina, causó conmoción en los servicios armados al pedir que sus edecanes fuesen mujeres. Luciendo los entorchados de rigor, la teniente coronel María Isabel Pansa la acompañó hasta el despacho del ex presidente Néstor Kirchner --el esposo de la flamante mandataria--, que ocupó desde 2003.
La presidenta llegó en helicóptero desde su residencia suburbana de Olivos. Toda su actividad inaugural estuvo dedicada a recibir a mandatarios extranjeros y funcionarios que llegaron para asistir a su juramento en la víspera.
El primero en ingresar a su despacho fue el príncipe Felipe de Asturias, hijo del Rey Juan Carlos de España, representante de su país a la ceremonia inaugural.
Luego recibió al presidente colombiano Alvaro Uribe, centro de particular atención por los insistentes reclamos de Francia y otros países latinoamericanos para que acepte una negociación que conduzca a la liberación de la ex candidata presidencial de su país Ingrid Betancourt, en poder de los guerrilleros de las FARC, y de otros rehenes en similar situación.
Estuvieron presentes en el encuentro el canciller Jorge Taiana y el general Martín Balza, embajador argentino en Bogotá. Uribe fue acompañado por el embajador colombiano Jaime Bermúdez y su asesor José Gaviria.
"Ha sido una entrevista muy constructiva, muy sincera..Si bien hay que preocuparse por la liberación de los secuestrados, también hay que preocuparse por la ciudadanía colombiana", declaró Uribe a la prensa.
El presidente colombiano fue duramente criticado en las últimas horas por su colega venezolano Hugo Chávez, a quien separó de su función negociadora con las FARC, y por Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt, quien lo acusó de haber hecho fracasar deliberadamente las negociaciones que conducía Chávez.
"Lo que quiero es tener una actitud totalmente prudente frente al gobierno de Venezuela y al presidente Chávez...Confío que con nuestra prudencia, con nuestro respeto podamos poner un granito de arena, para que las cosas en algún momento empiecen un camino de mejorarse", declaró Uribe.
Cristina Fernández, que en su mensaje inaugural y en declaraciones previas había pedido la libertad de la ex candidata colombiana, recibió el martes en la tarde a la señora Pulecio, invitada por el gobierno argentino a la ceremonia de transmisión del mando.
En la agenda de la mandataria figuran reuniones con Chávez, con el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean y con el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.
