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La Habana, Cuba.- Raúl Castro cumple hoy miércoles seis meses como presidente interino de Cuba con un estilo discreto de gobernar, mientras sigue la expectativa sobre el estado de salud de Fidel Castro y su eventual regreso a la vida pública.
Al frente de una Administración colegiada, pragmático pero diferente a su carismático hermano, Raúl ha optado hasta ahora por la continuidad, arropado por el poder que le otorgan el Partido Comunista (PCC) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Con un semestre de sucesión contemplada en los mecanismos institucionales, los medios oficiales lo siguen presentando como segundo secretario del PCC, única organización política autorizada, y primer vicepresidente del Consejo de Estado.
Desde que el 31 de julio pasado -cinco días después de su última aparición pública y cuatro de su operación-, Fidel Castro le traspasara en forma temporal el poder, han llovido las especulaciones sobre el futuro de la isla, que mantiene una destacada calma social.
Mientras el octogenario gobernante ha faltado a varias citas en que se esperaba su reaparición, entre ellas el desfile militar del dos de diciembre pasado, flotan en el ambiente las preguntas sobre si volverá a su cargo, y en todo caso en qué forma.
Funcionarios desmienten que en la isla, de 11.2 millones de Habitantes, haya ocurrido una sucesión y aseguran que hay normalidad y ?Fidel se recupera? sin descartar un retorno del líder al poder desempeñado en forma personal durante casi medio siglo.
El jefe del Parlamento, Ricardo Alarcón, dice que el regreso de Fidel a sus funciones dependerá ?de su evolución post operatoria?.
Mientras el vicecanciller Bruno Rodríguez afirma que el mandatario ?retornará al ejercicio pleno de sus facultades (políticas) tan pronto como los médicos lo consideren pertinente?.
El vicepresidente Carlos Lage, médico pediatra de profesión, pero encargado de la economía tras la caída del bloque soviético, asegura que ?en Cuba no habrá sucesión, habrá continuidad?, y descarta una lucha por el poder entre los sucesores del mandatario.
?Todo está bien amarrado. Aquí no va a pasar nada el día que Fidel no esté porque Raúl sabe lo que tiene que hacer?, dijo Alfonso Pedroso, un médico de 48 años que vende dulces caseros para completar sus ingresos al concluir sus consultas en el hospital.
Pedroso, quien confiesa que le gustaría ver algunos cambios que mejoren la economía, anotó como rasgos de esta etapa la ausencia de extensos discursos y las multitudinarias marchas contra la política de Estados Unidos, algunas de las cuales Fidel encabezaba.
Castro sólo ha sido visto en fotografías y videos, el último de ellos 28 de octubre del año pasado, para desmentir versiones de que estaba moribundo, y el 30 de diciembre anunció que su recuperación estaba lejos de ser ?una batalla perdida?.
Los primeros análisis desde que Raúl asumió el mando tras la ?desaparición? de Fidel insistieron en que el más joven de los Castro siempre estuvo ?a la sombra? de su hermano, pero olvidaron su papel como minucioso organizador al interior del PCC.
Sólo unos pocos analistas tomaron en cuenta el rol desempeñado en la construcción de unas Fuerzas Armadas que hoy controlan la parte más eficiente de la economía isleña y de los servicios de seguridad que han garantizado la estabilidad del país.
Su interinato ha estado marcado por dos hitos importantes al reclamar a los dirigentes eficiencia, autocrítica y solución a los problemas que aquejan a la población, y proponer a Estados Unidos solucionar el largo diferendo bilateral en la mesa de negociaciones.
