Don Perfecto y sus hijos Martha, Jesús, Carmelita, Paty, Guillermina y Teresita Márquez.
EL SIGLO DE TORREÓN
Cuando se llega a un cumpleaños, sin importar si es el primero o el 15 o el 30, siempre es un buen pretexto para celebrar, sin embargo cuando se alcanzan los cien, definitivamente que es ocasión para “echar la casa por la ventana”.
El domingo 22 de abril don Perfecto Márquez Guerra cumplió un centenario de vida, motivo por el cual sus hijos Martha, Jesús, Carmelita, Paty, Guillermina y Teresita le ofrecieron una misa en acción de gracias en la parroquia de Nuestra Señora del Refugio de Ciudad Lerdo, la cual fue amenizada por música sacra de un violinista.
Más tarde, don Perfecto fue agasajado con una comida a la que acudieron sus nietos, bisnietos y familiares, entre ellos algunos que vinieron de Aguascalientes y Matamoros, Coah.
Muy contento lució don Perfecto, cuando sus hijas y sobrinas lo invitaron a bailar un vals preparado especialmente para su cumpleaños número 100.
Grata sorpresa causó al festejado e invitados el arribo de un conjunto de banda, que amenizó este aniversario de manera inolvidable.
