El Papa Benedicto XVI (der.) estrecha la mano del presidente francés Nicolas Sarkozy durante una audiencia privada en El Vaticano. (EFE)
Están secuestrados desde el 21 de diciembre de 1997 los cabos Pablo Emilio Moncayo y José Libio Martínez.
Dos suboficiales del Ejército colombiano que son los que más tiempo llevan secuestrados por las FARC, del grupo de 45 considerados “canjeables” por esa guerrilla, cumplirán mañana diez años de cautiverio mientras el país espera una solución para ese drama humano.
Los cabos Pablo Emilio Moncayo y José Libio Martínez Estrada están secuestrados desde el 21 de diciembre de 1997, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atacaron la base de comunicaciones de Patascoy, situada en una zona montañosa del departamento de Nariño (sur), fronterizo con Ecuador.
En ese ataque murieron 25 militares y 18 fueron tomados cautivos, pero la mayoría de éstos recuperó la libertad en 2001 cuando las FARC liberaron a decenas de soldados rasos que tenían secuestrados, una decisión unilateral que no benefició a oficiales y suboficiales.
El caso del cabo Moncayo alcanzó notoriedad porque su padre, el profesor Gustavo Moncayo, caminó casi 900 kilómetros durante 46 días a mediados de este año, desde Nariño hasta Bogotá, para pedir un acuerdo entre el Gobierno y las FARC que facilite el regreso de los rehenes a sus hogares.
Los cabos Moncayo y Martínez pertenecen al grupo de 45 políticos, militares, policías y extranjeros -entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también nacional francesa- que las FARC pretenden canjear por medio millar de rebeldes presos mediante un acuerdo de intercambio humanitario.
“Es muy triste que cumplan diez años de estar secuestrados, privados de su libertad y que no se vea la voluntad política del Gobierno de (el presidente) Álvaro Uribe y de la guerrilla para que se concrete este acuerdo humanitario”, dijo la presidenta de la Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos por los Grupos Guerrilleros (Asfamipaz), Marleny Orjuela.
Este décimo aniversario coincide con un anuncio de las FARC de que liberarán próximamente a Clara Rojas, compañera de fórmula de Betancourt en las presidenciales de 2002; de su hijo Emmanuel, nacido hace más de tres años en cautiverio, y de la ex congresista Consuelo González de Perdomo.
“No sólo nos da vergüenza, sino tristeza, porque vemos que en cambio el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, se ha movilizado más por el hecho de que entre los secuestrados se encuentra una ciudadana francesa”, agregó Orjuela en referencia a la movilización internacional por Betancourt.
El Gobierno colombiano y las FARC hablan desde hace cinco años de un acuerdo humanitario, pero nunca se han sentado a negociarlo porque las FARC exigen desmilitarizar dos municipios del Valle del Cauca (suroeste), condición que no es aceptada por la Administración de Uribe.
“Aquí siempre se han venido anteponiendo los orgullos militares y los odios que hay en algunos gobernantes y en la misma guerrilla y dejan de lado la vida y la dignidad de los seres queridos que se están pudriendo en la selva”, subrayó Orjuela.
Apoyan colombianos zona de encuentro para diálogo
Los colombianos apoyan la creación de una zona de encuentro para que el Gobierno negocie con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) un canje de rehenes por rebeldes presos, reveló ayer una encuesta.
El sondeo, realizado el pasado día 11 por la firma Datexco entre 700 personas de 13 ciudades del país, señaló que 66.2 por ciento respalda el espacio de 150 kilómetros cuadrados ofrecido por el presidente Álvaro Uribe Vélez para discutir un canje humanitario.
Según la muestra realizada por teléfono y con un margen de error de 3.7 por ciento, 22.9 por ciento se mostró en desacuerdo y 10.9 por ciento se abstuvo de responder o dijo ignorar el tema.
Uribe Vélez propuso el pasado 7 de diciembre a las FARC crear una zona de encuentro, de 150 kilómetros cuadrados, para sentarse a negociar las condiciones en que serían liberados los secuestrados en su poder.
La zona de encuentro estaría situada en una zona rural despoblada, sin presencia de gente armada y bajo control de la comunidad internacional, para garantizar la seguridad a los voceros rebeldes que participen en la negociación.
Dialogan Benedicto XVI y Sarkozy sobre secuestrados
El Papa Benedicto XVI y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, analizaron ayer en audiencia privada en El Vaticano el problema de los secuestrados en Colombia.
La sala de prensa de la Sede Apostólica reveló que durante el encuentro de 25 minutos se habló también de los conflictos políticos en Medio Oriente y sobre el futuro de Europa.
“Los cordiales coloquios permitieron analizar algunos temas de común interés correspondientes a la situación actual del país (Francia), evocando las buenas relaciones existentes entre la Iglesia y la República”, indicó un comunicado.
Sostuvo que se dio “particular atención a la realidad internacional con referencia a algunos problemas sociales y políticos de algunos países africanos además del drama de los secuestrados”.
El presidente de Francia y el Papa han coincidido en los últimos meses en la preocupación ante el problema de las personas que se encuentran plagiadas desde hace años por la guerrilla en ese país latinoamericano, dijo.
La Embajada colombiana en Italia siguió con particular expectativa el encuentro ante un posible acuerdo para la liberación de rehenes que involucraría a la Iglesia católica como actor principal, revelaron fuentes de esa legación diplomática.
