La flota de patrullas oceánicas de la Secretaría de Marina está a punto de naufragar.
La Armada de México cuenta sólo con diez buques para esta tarea, y todos cumplirán su ciclo de utilidad durante la próxima década.
De no invertirse en la construcción de barcos, la seguridad de nuestros mares será vulnerable, advirtió Marco Antonio Peyrot, diputado federal.
Recordó en entrevista que durante el sexenio en el que su padre estuvo al frente de la Marina, esta dependencia jubiló 40 buques de patrullaje, porque su antigüedad representaba una pérdida de recursos en el pago de mantenimiento.
?Era como mandar a arreglar a cada rato un carro viejo que siempre te iba a dejar tirado?, dijo.
El legislador explicó que la Marina tiene una gran cantidad de patrullas interceptoras, buques auxiliares, logísticos y demás, pero consideró que una parte esencial de la vigilancia pasa por los barcos de patrulla oceánica, cuya perspectiva es la más complicada.
El también capitán de Corbeta manifestó que si México no quiere poner en riesgo la vigilancia de sus mares, como mínimo debe invertir mil 200 millones de dólares anuales en la fabricación de estas embarcaciones. Un plan trazado por Peyrot plantea una inversión por etapas.