Alma Gracia Estrada, percusionista de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, comparte sus conocimientos con los laguneros.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El ritmo da vitalidad desde el vientre materno, dice Alma Gracia Estrada, percusionista de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez de la Ciudad de México que se encuentra en esta ciudad impartiendo un taller de percusiones en el Teatro Alfonso Garibay.
Para la maestra, el decir que las percusiones son de los instrumentos más importantes “es vestirse de mucha gloria”, pues considera que todos los instrumentos son importantes: “Obviamente dicen que los pequeños detalles son los que hacen la vida mucho más agradable y justamente la percusión, por ser un instrumento de ritmo básico, es un ‘beat’ de los primeros que conocemos cuando apenas estamos en el vientre de la madre en donde su ‘beat’ interno es el corazón, entonces realmente generamos un ritmo, por eso cuando a un bebé lo someten al sonido responde y realiza movimientos, se le acelera el corazón y puede seguir el ritmo, realmente este tipo de sonido está muy relacionado al inicio del ser humano”.
Pero definitivamente las percusiones sí juegan un papel decisivo en la música: “De hecho se maneja mucho que es el segundo director de una orquesta, si quieren ir más acelerado o más lento no va a haber nada que lo controle más que un percusionista, y ahí es donde se jala mucho al director o se sostiene al director o se soporta la batuta, por eso es muy importante en ese sentido, obviamente la melodía es una parte muy importante, es básica, toda la armonía que forma parte del resto de la música, pero todo eso tiene también como fundamento un ritmo, es decir, si todo el mundo cambia al mismo tiempo, la armonía se va a escuchar perfecta, pero si rítmicamente no todos están sincronizados va a parecer que la orquesta está tocando pequeñas diferencias tonales y no es eso, sino que la falta de sincronización no permite que los acordes caigan en el momento adecuado”.
Originaria de Tampico, Tamaulipas, asegura que dependiendo de la región en la que se vive, los músicos tienden a seleccionar el instrumento que ejecutarán: “Yo no creo que haya pocos percusionistas, sino que dependiendo de la zona en la que estamos viviendo se va generando el tipo de músico que esa zona maneja, es decir, si vivimos en una zona huasteca, pues lo que más suena son los huapangos y obviamente nuestra gente se va a manejar más por ese sentido”.
Para ella, el trabajo musical que se está llevando a cabo en Torreón es “bastante encomiable, en el sentido de que tenemos una Camerata en donde están sus percusionistas y poco a poco -con ellos- se van a ir generando nuevas generaciones que van a acercarse a este tipo de música”.
Dice Alma que “dentro de la música netamente de cámara, que son grupos de percusionistas, sería sensacional ir formando pequeños grupos con congas, pailas, etc., de lo que también tenemos música escrita de escuela para que vayan generándose este tipo de agrupaciones, ahora Torreón tiene esa ventaja de que está la Camerata, de dónde poder echar mano, y sí hay esa influencia yo me doy cuenta con el taller que estoy dando, es increíble el hambre de saber más y más, es maravilloso el interés de los alumnos”.
La maestra asegura que los jóvenes laguneros que participan en este taller organizado por el Instituto de Música Santa Cecilia y el Teatro Alfonso Garibay se van a quedar con un gran “bagaje, les estoy hablando de lo que he aprendido en el camino, de lo que creo que funciona y lo que no funciona”.
El taller de percusiones concluye el próximo domingo 18 de marzo, con una presentación de los participantes y la maestra a realizarse en punto de las 12:00 del mediodía en el escenario del Teatro Alfonso Garibay.
