Una mujer se inclina sobre el féretro con los restos de Boris Yeltsin que fue instalado en el templo mayor de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Moscú.(EFE)
El miércoles será sepultado y se declara como día de duelo nacional en Rusia.
Miles de moscovitas formaron una larga cola para despedirse del ex presidente ruso Boris Yeltsin en la capilla ardiente instalada en la Catedral de Cristo Salvador, el templo mayor de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La televisión mostró cómo la caravana fúnebre llegaba a la catedral al son de las campanas y las marchas de una orquesta militar, mientras efectivos del Regimiento del Kremlin trasladaban al templo de la Transfiguración del Señor, el féretro con los restos de Yeltsin, fallecido ayer a los 76 años.
Al lado del féretro, cubierto con la bandera nacional, estaban su viuda, Naína Yeltsin, sus dos hijas y otros familiares.
La misa fue oficiada por el Metropolitano ortodoxo Juvenali, acompañado del coro de la catedral, mientras los moscovitas van entrando en riguroso orden en el templo para darle el último adiós al ex presidente y colocar flores ante su féretro, custodiado por una guardia de honor de cuatro militares.
La Catedral de Cristo Salvador permanecerá abierta durante toda la noche y, mañana miércoles, se oficiará una misa previa a los funerales, donde le serán rendidos todos los honores de Jefe de Estado y que se desarrollaran en el histórico cementerio moscovita de Novodévichie, donde yacen los ilustres.
La administración del cementerio de Novodévichie anunció que la familia había decidido enterrar a Yeltsin en un sector del paseo central del camposanto, y no como se había dicho inicialmente en una sepultura cercana a la de Raísa Gorbachova, la que fuera la esposa del primer y último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov.
Los funerales, a los que ya han anunciado su asistencia altos cargos y personalidades extranjeras, entre ellos los ex presidentes de EU George Bush y Bill Clinton, serán transmitidos en directo por las principales cadenas de televisión del país.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, decretó mañana miércoles día de duelo nacional en memoria de su antecesor y aplazó con motivo de las exequias la presentación de su informe al Parlamento sobre el estado de la nación hasta el próximo jueves.