EFE
Beirut, LÍBANO.- El ministro libanés de Defensa, Elías Murr, anunció ayer que la operación militar alrededor del campamento de refugiados palestinos de Nahar el Bared ha terminado, aunque continuarán las operaciones de limpieza.
“La operación militar propiamente dicha ya terminó, porque el Ejército ha tomado todas las posiciones de Fatah al Islam”, afirmó Murr en una entrevista a la cadena de televisión LBC.
Desde el 20 de mayo, el Ejército combatía a los militantes del grupo “yihadista” suní, que se considera vinculado a Al Qaeda, y que estaban atrincherados en Nahar el Bared, en las afueras de la ciudad septentrional de Trípoli.
Sin embargo, señaló, “el campo continuará cercado hasta la rendición total del Fatah al Islam... y las operaciones de limpieza proseguirán”.
Explicó que los enfrentamientos han durado tanto tiempo no a causa de éstos, sino porque los soldados han tenido que limpiar el lugar de los explosivos puestos por los combatientes de Fatah al Islam, que han tomado a la población como rehén.
Preguntado sobre el plan de paz presentado por mediadores palestinos, respondió que “no podía haber un cese de hostilidades entre un Ejército y un grupo terrorista”.
Murr insistió en que las personas buscadas, “vivas o muertas”, deben ser entregadas al Ejército.
“Que no nos digan que Chaker Absi (jefe de Fatah al Islam) y los otros están muertos. Lo consideraremos así cuando nos entreguen sus cuerpos y entonces el Ejército sabrá lo que tiene que hacer”.
Desde hace días, nada se sabe de Absi, de nacionalidad palestina, ni de su adjunto Abu Hureira y algunos aseguran que están heridos o muertos, mientras que otros afirman que han podido huir.
El ministro añadió que el plan de “Fatah al Islam” era atacar al Ejército cuando entrasen en el campamento, para activar acto seguido “todas sus células en Trípoli”, si bien no declaró cuántas eran esas células. Después -según el ministro- querían hacerse con el control de Trípoli y todo el norte libanés, donde pensaban declarar una especie de califato o república islámica.
Por un acuerdo que data desde 1969, el Ejército libanés no penetra en los campamentos de refugiados palestinos, y deja su seguridad en manos de las distintas provincias palestinas, y tampoco en esta ocasión se ha roto ese acuerdo.
El Ejército ha perdido 75 militares en esta batalla, entre ellos unos 20 decapitados.
Por otra parte, las autoridades sirias informaron ayer que el cierre del paso fronterizo de Jussa-Al-Qaa con el Líbano es una media de precaución y que no tienen intención de cerrar otros pasos en la frontera libanesa.
“Se trata de una medida de precaución” aseguró el vicepresidente y antiguo ministro de Exteriores sirio, Faruk al Chara, a periodistas locales.
El cierre fue decretado este miércoles debido a la situación de violencia existente en Nahar al Bared por los enfrentamientos entre el Ejército libanés y la milicia de Fatah al Islam.