Dan ‘tarjetazo’ para pagar sus deudas
Señala la Condusef que el uso de tarjetas para pagar adeudos no es una medida saludable para la economía familiar.
TORREÓN, COAH.- Javier es un joven profesionista en sistemas computacionales. Casado y con dos hijos adolescentes, él continuamente utiliza el dinero plástico para realizar no sólo compras de mandado, ropa o artículos de electrónica, sino para pagar otras tarjetas de crédito que adeuda.
Aunque dice que sólo tiene tres plásticos a su nombre, lo cierto es que tiene otro número igual, pero las entregó a uno de sus hermanos por no haber tenido dinero en efectivo para prestarle en ese momento. Bancomer, HEB y Serfin Oro son sólo algunos de los nombres de las instituciones que le dieron una línea de crédito a Javier.
Recordó que desde hace 15 años maneja tarjetas bancarias y comerciales, por lo que en algunas de ellas cuenta con líneas de crédito de más de 80 mil pesos. Explicó que cuando termina el mes y no tiene efectivo para pagar el saldo que adeuda a una o varias tarjetas plásticas, no duda en usar otra de ellas para sacar dinero en efectivo y finiquitar el adeudo o pagar sólo una parte.
Pablo Velásquez Villarreal, subdelegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) Coahuila, comentó que el uso de las tarjetas de crédito para pagar adeudos de otro plástico es una práctica muy común que atiende esta delegación.
Comentó que el problema surge cuando el usuario desconoce que al sacar efectivo de un dinero plástico está adquiriendo un adeudo mucho más caro al anterior. “Sin saberlo, al momento de retirar dinero de un cajero automático están pagando un doble interés”. Explicó que el primero corresponde a la tarjeta de crédito que está pagando el adeudo, y el segundo es el nuevo adeudo que está adquiriendo, pero con un mayor rédito a pagar.
Poco sabe
Por su parte, Javier reconoció que no sabe bien cuál es la tasa de interés que cobra cada tarjeta de crédito, él suponía que era un 3.9 por ciento mensual, pero no fue así, sino de 3.25 por ciento mensual. Sin embargo, esto poco le importa al momento de dar el conocido “tarjetazo” al realizar una compra o disponer de efectivo. “Yo no sé nada de eso, sólo me fijo cuánto voy a pagar de mínimo y nada más”.
Aunque el subdelegado de Condusef dice que “no es recomendable este tipo de prácticas”, ya que se ha encontrado con casos en donde el usuario se encuentra en una situación extrema en donde es imposible pagar el adeudo total, Javier explicó que él únicamente se fija cuánto es el total o el mínimo que tiene que pagar en su estado de cuenta mensual, pero no estima cuánto pagará en total en caso de que sólo dé una cantidad mínima o abone una parte del total que adeuda.
Aunque subrayó que eso sí está muy al pendiente de las fechas limites de pago, ya que no quiere perder su buen historial crediticio, relató que al principio comenzó a realizar disposiciones de efectivo con cantidades de mil o tres mil pesos, sin embargo, comentó que hoy en día “de que te sirve esta cantidad” para pagar montos de 15 mil pesos.
Por ello, Velásquez comentó que es común que los tarjeta habientes gasten más de lo que ganan, ya que no tienen conciencia de que el dinero plástico es tan sólo un medio de pago y no una extensión de su ingreso, por lo que se debe ser cuidadoso con su manejo ordenado.
Compras de todo tipo
Javier utiliza el dinero plástico para realizar pagos en una tienda departamental conocida de la región, tarjeta de crédito que adeuda, viajes y comprar ropa para la familia, entre otros.
Recordando que de manera reciente tuvo que pagar diez mil pesos por un choque de auto, confesó que saco dicha cantidad de su tarjeta de crédito, pero eso si se fijó en la fecha de vencimiento para no generar intereses.
El subdelegado de Condusef señaló que la mejor sugerencia que puede hacer es que el usuario busque un programa en donde el banco pase todo sus adeudos contraídos de otras tarjetas bancarias a una sola, manejando una tasa fija y meses de gracia para su liquidación. Pese a estas facilidades, Velásquez reconoció que “de cualquier manera se trata de un dinero caro el que contrae con una tarjeta de crédito”.
Para él una mejor opción de financiamiento para los trabajadores podría ser el crédito de nomina, asegurando que es menos caro al plástico de un banco, dado que aplica -en promedio- una tasa de interés entre el 20 al 30 por ciento anual. Agregó que el uso de la tarjeta de crédito no es malo, siempre y cuando se gaste menos de lo que ganan, se administren bien y aprovechen, porque no el realizar compras a seis o 12 meses sin intereses.
Casi al termino de la entrevista, Javier expresó que no tiene otra opción de financiamiento dentro del mercado, ya que los prestamos que podría recibir de la empresa donde labora aplica una tasa de interés del cuatro por ciento, mayor a la que le cobran el dinero plástico, por lo que sostuvo que “hay que usarla cuándo se necesite” y diciendo esto guardo sus tarjetas de crédito en el bolsillo de su camisa.
¿Qué es una tarjeta de crédito?
Uno de los servicios que maneja la Condusef a los usuarios para facilitar el calculo de intereses en el dinero plástico es a través de la Calculadora de Tarjetas de Crédito, la cual no sólo informa sobre qué es, sino permite hacer un cálculo del total a pagar si sólo se realizan abonos mínimos. También dentro de este apartado el usuario podrá conocer cuáles son sus derechos y un sin número de información relacionado con el dinero plástico.
De acuerdo a los especialistas de la Comisión, una tarjeta de crédito es un instrumento financiero a través del cual una institución bancaria, como emisor de la tarjeta, concede a sus clientes mediante la suscripción de un contrato de adhesión una línea de crédito revolvente hasta por un importe determinado conocido como límite de crédito. En el clausulado del contrato de adhesión, el banco establece las condiciones bajo las cuales otorga el crédito al cliente, así como también la forma en que éste deberá retribuir o pagar al banco sus adeudos.
La tarjeta de crédito es una tarjeta de plástico con el logotipo y nombre del banco o tienda emisora, un número de identificación, el nombre del titular, las fechas de expedición y vencimiento de la misma y en el reverso tiene una banda magnética y otra en donde se encuentra la firma del propietario.
El crédito revolvente es una línea de financiamiento que concede un banco a una persona un monto de dinero determinado, -conocido como límite de crédito-, del cual se puede disponer continuamente (hacer compras o disponer de efectivo) siempre y cuando no sobrepase la cantidad autorizada por la propia institución que lo otorga y se hagan oportunamente los pagos correspondientes por su uso.
La tarjeta de crédito, es conocida como el plástico que nos permite efectuar el pago de bienes y servicios disponiendo de ellos de inmediato sin necesidad de utilizar dinero en efectivo. Posteriormente se le paga al banco el importe del dinero que nos prestó por realizar las compras, así como también se le paga una cantidad extra, conocida como intereses por utilizar la línea de crédito.
La tarjeta de crédito también cuenta con un Número de Identificación Personal (NIP), que proporciona el banco emisor al titular de la tarjeta, de manera confidencial y con el cuál, puede utilizar los cajeros automáticos para realizar consultas de saldo, o bien disponer de dinero en efectivo. Cabe aclarar que por utilizar los cajeros automáticos, el banco cobrará las comisiones correspondientes.