Atoridades de Salud y Educación toman medidas para contrarrestar la obesidad infantil.
El Siglo de Durango
EL ORO, DGO.- La desnutrición y obesidad son dos complicaciones provocadas por la comida “chatarra” que la Secretaría de Salud (Ssa), en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) buscan combatir entre la niñez.
La mala alimentación que tienen los menores de edad en la actualidad ha provocado trastornos en su metabolismo, de ahí que este sector de la población aumente las posibilidades de riesgo de contraer enfermedades crónico-degenerativas.
Claudia Elena Saldívar García, coordinadora de enfermeras del Centro de Salud Rural de Santa María del Oro, manifestó que en el medio rural se han introducido alimentos “chatarra” que han sustituido el lonche que anteriormente preparaban las madres de familia.
Ahora los niños se toman su refresco y frituras, con el dinero que les dan sus papás; la mayoría de estos comestibles no son caros, por lo que es fácil que las madres de familia prefieran dar a sus hijos dinero para que compren algo de comer que prepararles alimentos nutritivos.
Esto no sólo puede causar sobrepeso y obesidad, sino también desnutrición, ya que los productos “chatarra” no contienen la cantidad de nutrientes que el cuerpo de un niño requiere para su desarrollo eficiente.
Por su parte, el titular de la Jurisdicción Sanitaria No. 2, Héctor Valdés Gutiérrez, indicó que la obesidad infantil se debe, en parte, al consumo excesivo de calorías, además de puntualizar que México ocupa el segundo lugar en el mundo en cuanto a índices de obesidad, sólo superado por Estados Unidos, en tanto que el Distrito Federal es la ciudad con mayor número de obesos en el mundo.
Mientras tanto, indicó que el problema de la obesidad infantil, en la actualidad, afecta a casi 30 por ciento de este grupo de población.
Las autoridades de Salud trabajan en fomentar ambientes saludables en todas las escuelas, a través de la promoción de dieta sanas, que incluyan el consumo de verduras, frutas y agua en lugar de jugos procesados o bebidas gaseosas, así como actividad física regular.
Por ejemplo, en las escuelas de educación preescolar y primaria de Santa María del Oro buscan determinar el número de alumnos propensos a estos males, a través de un chequeo que consiste en tomar peso, talla y altura de cada niño.
De esta manera se busca determinar qué cantidad de infantes pudieran tener desórdenes en su alimentación y a la vez buscar soluciones; entre tanto, la enfermera refirió que aunque no cuentan con los resultados aún, en general se perciben varios problemas de sobrepeso y desnutrición en los menores.
Tomando como referencia la información proporcionada por René Gutiérrez Osorio, director del Centro de Salud de Santa María del Oro, el 50 por ciento de la población de todas las edades en el norte tienen problemas con su peso.
Por otra parte, el proyecto que se desarrolla en coordinación con la SEP, y con la asesoría de expertos internacionales en obesidad infantil, pretende adaptar algunas estrategias que han funcionado en países como Gran Bretaña, para controlar el problema, que en gran parte se debe a que los niños consumen mucho más calorías de las que requieren.
La Jurisdicción Sanitaria No. 2 señala que la obesidad es una epidemia que tomó por sorpresa no sólo a México sino al mundo entero, debido a la rápida transición en alimentación, tecnología y recursos.
Anteriormente la obesidad sólo afectaba a las personas de nivel socioeconómico alto, ahora se ha generalizado, e incluso va en aumento en la población de bajos recursos económicos, debido a que el consumo de frutas y verduras implica un costo adicional, por lo que tienen que comprar productos de bajo costo densamente calóricos como azúcar, aceite y alimentos procesados.
Ejemplo de ello son las bebidas endulzadas como jugos y refrescos, estos últimos considerados un problema por su alto consumo y contenido calórico, ya que una agua gaseosa de 350 mililitros tiene en promedio 160 calorías. Mientras hace diez años sólo 40 por ciento de los hogares reportó consumir este producto, en la actualidad la cifra es de 70 por ciento.
Para revertir estos problemas, se requiere una respuesta social organizada que englobe educación, acción e investigación, así como un esfuerzo de la sociedad en su conjunto, en coordinación con la SEP, la Comisión Nacional del Deporte, los padres de familia y el Ayuntamiento, entre otros sectores.
Por eso en El Oro se busca apoyar con el programa de desayunos escolares a la mayoría de las escuelas, pues uno de los principales problemas que causa desórdenes alimenticios son los comestibles que se expenden en las “tienditas”, según mencionó Saldívar García.
Recomendaciones
Dentro de la alimentación recomendada deben estar primero las verduras, aun por encima de las frutas, comentó la enfermera Claudia Elena Saldívar García, del Centro de Salud Rural de Santa María del Oro.
Esto se debe a que algunas frutas como el plátano, la sandía y el melón son ricas en almidones y azucares, aunque esto no significa que se deben eliminar de la dieta, pues son menos dañinas por ser de origen natural, a diferencia de los alimentos procesados.
En cuanto a los alimentos chatarras, las palomitas y papas fritas son de los que más sobrepeso pueden ocasionar debido a la alta cantidad de calorías que pueden llegar a tener.
Mientras tanto, el refresco se recomienda evitarlo totalmente de ser posible, pues es un precursor de enfermedades como diabetes, obesidad y caries; por el contrario, se debe inculcar a los niños la costumbre de tomar agua natural, distribuyendo dos litros a lo largo del día.