Busca la Cruz Roja que se tomen medidas severas para quienes hacen bromas teléfonicas y llamadas de falsas alarmas.
CUENCAMÉ, DGO.- Hasta el municipio de Nazas y localidades de difícil acceso hacen trasladarse los bromistas a la única unidad de auxilio que tiene la Cruz Roja de Cuencamé, comentó el rescatista Raúl Alvarado Muñoz.
Las bromas a la Cruz Roja no son solamente cosa de niños, sino que es lamentable que incluso los adultos se prestan a este tipo de burlas que hacen perder tiempo valioso y recursos económicos y humanos a la institución de rescate, señaló.
Actualmente, Alvarado Muñoz es el único rescatista que opera con sueldo en Cuencamé; incluso, permanece las 24 horas al pendiente de cualquier llamado de emergencia, en tanto que cuenta con el apoyo de ocho voluntarios.
El rescatista, quien es técnico en urgencias médicas, platicó que es molesto recibir falsas alarmas, pues aunque no señaló alrededor de cuántas recibe, sin dijo que era una cantidad considerable y en ocasiones de lugares lejanos, hasta donde se puede marcar de manera gratuita el teléfono de la Cruz Roja.
“La gente no comprende que al tiempo que ellos juegan con el teléfono otra persona se puede encontrar en una situación que sí amerita la atención de la unidad de rescate de inmediato, por lo que el tiempo que se pierde es demasiado valioso, más cuando sólo hay una ambulancia”, mencionó.
Por eso es fundamental que la gente aprenda a respetar las instancias que están para prestar servicio y no para “matar el tiempo”, pues de manera lamentable, hay veces que no son voces de niños, sino de mayores las que dan las falsas alarmas.
Inclusive, en ocasiones que hacen falsas llamadas de auxilio dan el nombre de personas que socialmente son conocidas como responsables, por lo que se acude a la mayor brevedad posible y al llegar al lugar donde presuntamente hay un lesionado o alguna otra situación que requiera la ayuda de los paramédicos, se encuentran con nada.
Medidas
La Cruz Roja busca tomar medidas que terminen con el mal gusto de los bromistas, como el hecho de que además de identificar el número de la llamada se rastreará e inclusive se podría proceder legalmente contra la persona que incurra en dicha situación.
Y es que hay gente tan cínica, según comentó Raúl Alvarado Muñoz, que al momento de descubrir a quienes llaman que se trata de una broma dicen que no importa, que tienen varios chips de teléfono celular para seguir jugando.
Por esta razón se busca el respaldo de las autoridades competentes para que este tipo de acciones, que no hacen más que quitar el tiempo que para otros puede representar continuar viviendo, sean sancionadas y vigiladas con mayor rigor.