El domingo de resurrección tendrá lugar en la Ciudad de México uno de los partidos con mayor rivalidad en el futbol mexicano como lo es Pumas frente al América, con su carga emocional, deportiva y el morbo que levantan las aficiones de ambos.
Siempre tiene algo especial este encuentro, al grado de que algunos expertos ya lo han elevado a la categoría de “clásico”, lo cual estará siempre a discusión, aunque la mejor opinión la tendrá usted, amable lector, pero el hecho es que el pique crece y no importa el lugar que ocupen en la tabla estos equipos o el futbol que desplieguen si cuando de enfrentarse se trata suelen darse con todo.
A cuatro semanas de que termine la fase regular de la competencia Pumas y Águilas comparten estancia en el Grupo Tres aunque las realidades de ambos al momento son diametralmente opuestas.
Los de Coapa están, pese a las críticas, instalados en el primer lugar de su sector y en el subliderato general fruto de ir arrancando resultados y puntos de aquí y de allá; su funcionamiento dista de ser espectacular pero les ha bastado para conseguir siete victorias y acariciar la calificación pese a estar participando en la liga local y en la Copa Libertadores.
América es un cuadro solvente que tiene en el carácter su mejor reserva en la actualidad; poniendo ese extra le ganaron a Chivas y los empujones van eslabonando un torneo en que se les auguraba muy poco. Es cierto que dependen demasiado de Cuauhtémoc pero éste ha demostrado su jerarquía y los deseos de liderar a las huestes azulcremas por lo menos hasta julio, cuando reporte con su nuevo club en la ciudad de los vientos dentro de la MLS.
Pumas, por su parte, podría escribir un manual de cómo perder ventajas en los partidos; será por conformismo, desconcentración o cansancio pero es un hecho que el equipo dirigido por el irascible “Tuca” Ferreti se ha dejado alcanzar en los juegos recientes y logra la nada despreciable suma de ocho empates que de haber sacado el resultado victorioso en por lo menos la mitad, estaríamos hablando de una mayor cosecha de puntos que los 17 con que navegan en el presente torneo.
Para que el hígado le siga supurando a Ferreti no contarán con el “Parejita” López por una rigorista expulsión ante Tecos y la posibilidad de que Paco Palencia sea suspendido en base a la repetición de un codazo propinado en ese mismo partido.
La tribuna será un hervidero y un buen examen para las medidas adoptadas por la Femexfut en torno a las porras y el combate a la violencia. Es bien sabido que las barras de felinos y águilas son de las más radicales, y por ello el Gobierno de la Capital prepara un operativo tendiente a evitar agresiones y garantizar la seguridad de los asistentes a Ciudad Universitaria y los alrededores. Este es el primer juego de alto riesgo que enfrentará la administración de Marcelo Ebrard y ojalá el dispositivo esté a la altura.
Me preocupa el arbitraje pues el tristemente célebre “ordenador” designó para este durísimo encuentro a Roberto García Orozco, quien viene de tener un pésimo accionar en el Atlas frente a Cruz Azul donde expulsó erróneamente a Beto Rodríguez, defensor celeste. A ver si el entorno no le pesa y tenemos algo que lamentar.
