Con el que se mira la vida.
De niños, recordamos aquellas sabias palabras de mamá, cuando decía:
Mira hijo, en nuestra existencia, todo es según el color del cristal con que se mira.
Ampliando su comentario, puntualizaba:
Hay gente que desde que Dios amanece se despierta pesimista, todo lo ve mal, como si tuviera lentes empañados o nada claros.
En cambios, otros, los positivos, ven con gran optimismo y claridad cada amanecer. Saltan de la cama dispuestos a vivir a plenitud el día y no conocen el mal humor. Tal es su entusiasmo y alegría que la contagian a los que están cerca.
Los otros, los pesimistas, todo lo ven mal, todo les parece mal. Su enojo es tal que hacen correr a los que están cerca.
Y luego agregaba:
Tú ve la vida con cristales bien limpios. Eso te lo dará tu mente, tu sentir, tus ganas de triunfar y de salir adelante.
¡Cómo olvidar sus palabras!
Asistimos a muchos cursos de superación, especialmente aquéllos que en esta Casa impartía el Lic. Florentino Rodríguez Salinas, y en ellos se resaltaban los hábitos y las características de los triunfadores.
Ahí, las palabras de mamá, de mil formas, estaban en cada lección.
Quien empieza el día enojado, malhumorado, pesimista, no tendrá muchas posibilidades de triunfar, menos de que le vaya bien.
En cambio, los que conquistan el universo tienen un amanecer distinto, y hasta se enferman menos, pues los dolores se espantan ante tal fuerza de vida.