¿Cuántas se pierden cada día en todo el mundo?
Millones, de millones.
Es de los objetos que más extravían los humanos.
Se dice que hasta aquellas gigantescas llaves que abrían y cerraban los grandes portones, eran extraviadas con frecuencia.
Y con el correr del tiempo se han inventado nuevos sistemas, para sustituir las llaves metálicas.
Se ha recurrido al plástico y a las combinaciones electrónicas, pero todo sigue igual.
Hasta se creó un sistema especial que respondía cuando quien perdía una llave silbaba.
De algún lugar, la llave extraviada respondía, pero el invento no resolvió el problema.
Se pueden perder muchas llaves, pero cuidado con extraviar las de los vehículos modernos, llenos de tecnología y de sistemas computarizados.
Si usted pierde las llaves de uno de esos vehículos, póngase a temblar, a sudar y a sufrir, porque no puede ir con cualquier cerrajero a pedir un duplicado. Ahora debe recurrir a la misma agencia que le vendió el mueble y solicitar el duplicado de la llave y del control remoto adjunto. Ahí, además con computadora le cambian el sistema de abrir y arrancar, para que su vehículo esté más resguardado.
Cada cosa tiene un precio elevado, no sabemos por qué.
Así que mejor cada día, al levantarse, tome sus llaves, de la casa, de la oficina, de su vehículo, y cuídelas como el más grande tesoro, no vayan a caer en manos traviesas y mermen su patrimonio, ya tan golpeado por los tiempos en que vivimos.
Allá en el rancho, las gentes con experiencia repetían la misma canción, que era la mejor recomendación, con palabras textuales que decían:
El caballo, la pistola y la mujer, hay que cuidarlas con esmero.
Hoy se pueden agregar las llaves a esas recomendaciones.