Cada lugar, cada núcleo de población, tiene sus personajes, gente que por sus características tan personales se va distinguiendo de los demás.
Como andamos por todos lados, vamos también conociendo gente que de alguna manera ha dejado huella en este valle.
Por ejemplo, en Torreón, muchos recuerdan a “La Coneja” un ruletero que por los años sesentas y setentas andaba por las calles tripulando su muy bien cuidado vehículo. Ahí se encontraba uno los adornos más increíbles, pero lo mejor era el trato que este señor daba a cada pasajero.
La gente prefería esperarlo para pasar un agradable rato en su compañía.
Aquí también andaba por las calles Julio Cajitas, que contaba y daba alegría a los chiquillos.
Todavía tenemos entre nosotros a Alfredo Miranda, “Rascacielos” que tanto nos ha hecho reír con sus miles de ocurrencias, y quien sigue editando sus famosas Calaveras donde menciona a personas y personajes laguneros.
“Sir Guaitron” era otro personaje pintoresco de nuestra ciudad. Cambiaba todos los días de traje, y sus amigos decían que eran “Los gallitos” que le daban sus amigos, especialmente los que les facilitaba el Lic. Homero del Bosque.
En el Centenario de Torreón, debería también editarse un libro con los personajes pintorescos que han pasado por estas tierras.