Desde hace tiempo está de moda entre la gran mayoría de los comunicadores deportivos del país decir que la liguilla es “otro torneo”, y cuando lo afirman lo hacen con cara de “entérense ingenuos”, pues no estoy de acuerdo, quiérase o no es la continuación del mismo. En otro torneo todos inician de 0 (excluyendo la porcentual), tienen su tiempo para hacer contrataciones, el reglamento no da ventajas a nadie, etcétera.
Que el líder puede perder con el ocho, ¡por supuesto que sí!, sucede en la liguilla como sucede en el torneo regular, pareciera que nos quieren hacer creer que sólo las grandes sorpresas se dan en los cuartos de final.
Que hay que tener mucha precaución con el paso del Santos, nomás eso me faltaba, los seguidores santistas tienen todo el derecho de creer que su equipo será campeón, y si no, pues ni hablar, nadie se va a suicidar por eso, y si alguien lo hace por un partido de futbol, francamente le haría un favor a la sociedad. Yo les digo, sigan sonriendo, ya suficiente precaución se tiene con no exceder el gasto familiar y pagar las colegiaturas, la casa, el carro, etcétera, para que en tu entretenimiento favorito te digan que hay que reprimir tus sentimientos, mándalos muy, pero muy lejos y disfruta se gane o no, que al final de cuentas es sólo un divertimiento.
Santos Laguna, en este caso líder general, se ganó a pulso las ventajas que otorga un buen torneo regular. En las dos primeras rondas, para eliminarlo tienes que ganarle forzosamente al menos un juego y tendrán que eliminarlo en el Corona (otra vez “La casa del dolor ajeno” como lo bautizara el inefable profesor Maturano).
Monarcas y Santos se han enfrentado en dos liguillas, la primera vez en el Verano 2000, fue en la ronda de cuartos, en la ida Santos ganó 3-2, y en la vuelta, Monarcas se impuso 0-1, pero como los Guerreros fueron el dos y los michoacanos el siete, el equipo que dirigía Tomás Boy se quedó en la orilla, Santos continuó hasta la final donde sucumbió de fea manera ante el Toluca.
La segunda vez que se vieron las caras estos dos en una liguilla, fue en el Invierno 2000, en esta ocasión por el derecho de jugar la final, otra vez contra el Toluca. En el Corona el equipo que ahora dirigía Luis Fernando Tena sacó el empate a cero, en la vuelta derrotaron a los laguneros 3-2, Morelia que se había clasificado quinto, llegó a la final para de manera sorpresiva quitarle el campeonato al Toluca en la serie de penaltys. En aquel equipo purépecha jugaban Chava Mariscal, “Tato” Noriega y Pastor Lozano, entre otros.
Como dice don Ignacio López Tarzo, “Para saber quién es quién... (hay que ver cuántas liguillas tienes)”.
En 23 torneos cortos, el equipo con más liguillas es el Toluca con 18 y cinco títulos obtenidos, en segundo lugar las Chivas con 15 y dos campeonatos, Cruz Azul tiene también 15 pero sólo un título, Santos y América están en tercero, ambos con 14 liguillas y dos coronas.
Morelia no lo ha hecho nada mal, ha calificado 12 veces, ganando la liga en una ocasión.
Mención honorífica para el campeón caído, Pachuca, tiene nueve liguillas y nada más y nada menos que cinco campeonatos, además en mucho menos tiempo que los demás.
Viene la fiesta y ocho aficiones diferentes tienen invitación a beber, comer y bailar, que entre el calentamiento global y nuestros políticos, este mundo se va acabar.