(Segunda y última parte)
En la primera parte de este artículo mencioné algunas desventajas para nuestro país que se dieron en la firma del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLC) que ahora estamos pagando y que representan una pérdida económica grave y un desempleo en aumento. En esta última aportación, me referiré a el convenio que México suscribió ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el mes de diciembre del año 2001 respecto a los productos fabricados en China que se importan a nuestro país y que vence dicho convenio el próximo doce de diciembre, ya que fué por seis años y a pesar de las declaraciones de los funcionarios de la Secretaría de Economía, que manifiestan que dicho plazo es solamente para revisar los aranceles o impuestos a pagar por importar esta mercancía china que se presume tiene subsidio de su gobierno y la venden mas barata al exterior que en su propio país (políticas dumping). El caso es que existe el temor entre los fabricantes mexicanos que con cualquier pretexto ya no se les cobre impuesto a estos productos, lo cual vendría a lesionar a la economía local.
La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), solicitó a la Secretaría de Economía apoye con fondos económicos la elaboración de estudios que comprueben las tácticas chinas de vender con políticas dumping y consecuentemente se continúen las cuotas compensatorias contra esa nación. Los primeros sectores industriales en los que se aplica un impuesto compensatorio a productos chinos son: el de las bicicletas, calzado y sus partes, candados de latón, carriolas, cerraduras de pomo y perilla, encendedores de gas, furazolidona, herramientas, hilados y tejidos, juguetes, lápices, máquinas y aparatos eléctricos, paratión metílico, prendas de vestir, productos químicos orgánicos, válvulas de hierro y acero y velas. Aparentemente el convenio firmado en el año 2001 obliga a México a abrir sus fronteras sin cobro de cuota ó impuesto y de no hacerlo, China puede demandar por daños, con fuertes probabilidades de ganar, asimismo como los importadores que traen esos productos.
México ó mejor dicho los negociadores que representan a México en estos tratados, no defienden los intereses del país y en todas ó casi todas se los han comido y los de infantería somos los que pagamos el pato y ellos encantados viaje y viaje, cené y cené. Que lástima que no se escojan a los mejores profesionales en puestos tan importantes como lo son la economía y sus tratados internacionales. Este nuevo gobierno tiene enfrente un problema serio y deberá resolverlo por beneficio de todos y más, de los que menos tienen, como lo son, los asalariados, los desempleados y los campesinos. Que tristeza, tantas cosas mal hechas y tanto que se gasta en mentirnos. No envíen a los que tiene muchos títulos o muchas palancas, envíen a los mas vivos, a los que tengan sentido común y astucia. Esos, son los buenos y en México hay muchos.
¡México es primero! Agosto 2007