El Consejo Empresarial de la Industria del Maíz se queja de la falta de equidad en los pocos apoyos a los ramos agropecuarios y tortillero por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesos y Alimentación (SAGARPA) y se fundamenta aportando datos de respaldo que demuestran diferencia de reconocer costos de transportación de maíz a sus bodegas por parte de los tortilleros y un mayor aporte a los que transportan productos animales. Al tener mejores condiciones el sector de engorda de animales podrá iniciar sus compras de maíz blanco para esta temporada de engorda y no tendrán necesidad de importar este producto lo cual le afecta al sector tortillero que al no tener suficiente maíz blanco en el país deberá comprarlo en los mercados internacionales a un precio mayor.
Otra parte de este serio problema del maíz y de la tortilla que se ve venir es que hasta el mes de octubre los tortilleros podrán solicitar la importación de maíz ya que ahora no se sabe cuanto ni a que precio se ofertará este grano, dependiendo de las cosechas de los países productores, estimando que cuando esto suceda los precios estarán más altos debido a la escasez en ese momento.
La crísis de la escasez de la tortilla como alimento básico del mexicano estará nuevamente ya que si en el año 2006 se compraron al exterior 8 millones de toneladas de maíz para este 2007 se estima que la cifra de importación ascenderá a 11 millones de toneladas. Como esta situación, se estarán presentando otras y de las cercanas, está la concerniente a caña de azúcar que actualmente sobrevive gracias al precio de garantía que el gobierno federal ha sostenido y que gradualmente hemos visto su baja productividad que en este año les afectó ya que no pudieron venderle a Estados Unidos lo que requería para su consumo sin pagar un impuesto de arancel. Se perdió la oportunidad. Posteriormente le seguirá una severa escasez de leche propiciada por los grandes comercializadores de este bien y que dentro de su proyecto está en comprar leche en polvo de importación (Estados Unidos y Canadá) y no adquirir leche fresca a productores nacionales ya que esto les significa un costo mayor en la recolección en los ranchos y establos además de procesarla en distintas plantas regionales. Utilizar leche en polvo e hidratarla les dá la oportunidad de crear plantas por ciudad con un proceso mucho mas sencillo y así evitan el alto costo de transportación.
Con un plan nacional agropecuario se evitarían dos fugas; La salida de mexicanos que laboran y viven del campo situación que los obliga ir en busca de un trabajo bien remunerado y la salida de divisas (dinero) para estar pagando la gran cantidad de alimentos (saludables y chatarra) que compramos a otros países (principalmente a Estados Unidos). El plan nacional deberá estar realizado conjuntamente con los gobiernos estatales y municipales para así tener mayor realidad y certeza de éxito. Me refiero a un “Verdadero Plan Nacional Agropecuario”, no al programa anual de siembra y estimación de cosecha que se utiliza desde antes de la colonia. Un verdadero plan que incluya financiamiento, rotación de cultivos, seguro de desastres, apoyo económico para siembra y comercialización (como lo llevan a cabo en E.E.U.U., Japón y la Comunidad Europea). Solamente vemos gastos mas no resultados. De nada sirvió.
¡México es primero! Junio 2007