La creciente demanda de alimentos por la parte asiática, el cambio climatológico que modifica las estaciones y su influencia en los ciclos de producción agropecuaria y su comercialización, además de el efecto de transformación del alimento y los desechos animales en combustibles, ha originado un aumento en los precios de los productos agrícolas y ganaderos, principalmente en los granos y este fenómeno económico se describe económicamente como “agroflación”. En el cálculo tradicional de la inflación no se estiman algunos alimentos y energía por considerarse muy volátiles sus precios y se considera poco confiable para un cálculo real. Sin embargo, una estimación real para determinar la inflación de un país debe incluir estos conceptos y proporcionarlos en una medida que represente lo más real.
El Congreso de la Unión ordenó una reducción del precio al público de la leche (febrero 2007) de $4.50 el litro a $4.00, lo que origina que se tenga que canalizar un gran subsidio ya que en el país se autorizó a Liconsa a comprar leche en $3.80 el litro cuando importado cuesta $4.50 más gastos de transporte desde el exterior y en México lo tiene que vender a $4.00. Existe un subsidio por parte del Gobierno Federal en apoyo a los productores de leche tanto grandes como pequeños y un programa de competitividad que se denomina “ordeña por contrato” el cual todavía no cubre la protección que se requiere para evitar la desaparición de ranchos lecheros.
La producción mundial de leche crece cerca del uno por ciento anualmente, mientras que la demanda se incrementa poco menos del 3 por ciento lo cual ha originado que el precio internacional de leche descremada en polvo se haya incrementado en los últimos cinco años en mas del 200 por ciento y el de la leche entera en polvo en más del 150 por ciento. Es tan grande la demanda mundial de este producto que Estados Unidos como uno de los principales productores de leche en polvo ha registrado una disminución en sus inventarios y la Unión Europea estableció cuotas para cubrir su mercado interno. En Oceanía y Argentina cayó su producción debido a factores climatológicos. China, India y varios países de África están importando este bien ya que sus gobiernos están promoviendo su consumo, cambiando la costumbre del té para aumentar el alimento con proteínas y mejorar la nutrición de su población.
La realidad es que cada día se requiere mas de este alimento y el país no lo esta produciendo en la medida que se necesita. Compramos más al exterior y desalentamos la producción nacional. Es urgente un programa sexenal y otro a treinta años para salvar al campo y garantizar el alimento de los mexicanos. Recibimos menos dinero por el petróleo y gastamos más en comprar alimentos y muchas mugres más. Algo está muy mal y habrá que componerlo. ¿Quién lo hará? La sociedad civil, con sus organismos intermedios como asociaciones y colegios profesionalistas, cámaras empresariales y sindicatos deben participar en este proyecto urgente que se llama México. No nos vaya a cornar el toro y se nos caiga todo. Estamos a poco tiempo pero sí alcanzamos. Para terminar, creo que sí subirán los precios de la leche y la tortilla.
¡México es primero!
Julio 2007