ODIO A LOS BRACEROS EN ESTADOS UNIDOS
En una reunión llevada a acabo con representantes diplomáticos, el presidente Felipe Calderón, comentó que le preocupa “El encono y la semilla animadversión, en algunos casos hasta el odio y discriminación, que se está sembrando” (En Estados Unidos), “no solo contra los migrantes, sino a veces contra los mexicanos en general”. Esta preocupación externada ante embajadores y cónsules de México en Estados Unidos y Canadá culminó con la instrucción de contrarrestar ese pesado clima antimexicano que equipara al migrante documentado ó indocumentado con criminales y al mismo tiempo exigió usar todos los mecanismos al alcance para denunciar y defender jurídicamente a los connacionales ante cualquier atentado a sus derechos.
Es innegable que existe una discriminación grave a nuestro pueblo y a nuestras etnias en la unión americana y también lo es que la aportación del trabajador mexicano contribuye en forma sobresaliente en la economía de esa nación, principalmente en las labores del campo y de la industria de la construcción. La aportación en fuerza de trabajo de los migrantes nacionales en Estados Unidos, alcanza los 30 mil millones de dólares anuales a esa economía, según un estudio del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca. Es importante también mencionar que la participación económica mundial de los tres países de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México), en el Tratado de Libre Comercio (TLC) ha disminuido en un 20 por ciento en los últimos siete años en el ámbito mundial ya que se han conformado otros poderosos grupos económicos como la Unión Europea, Asia y otros bloques económicos que compiten día a día por participar en el crecimiento económico y la repartición de su riqueza.
Nada bueno nos trae el odio y el encono que ciertos grupos (hasta armados) promueven en nuestro vecino país del norte en contra de los mexicanos en general pues en aquella nación casi todos son extranjeros, los habitantes originales (pueblos indígenas) fueron asesinados casi en su totalidad por los primeros conquistadores (cosa que no sucedió en México) y de ahí en adelante ese país recibió ciudadanos de todo el mundo. ¿Por que ahora un grupo minúsculo decide cerrar la puerta a quien ha dejado su sudor, espalda y juventud para llevar a cabo los trabajos difíciles y pesados que ayudan a la prosperidad de esa nación? Actualmente viven 28 millones de hispano-parlantes en ese territorio de los cuales 18 millones son mexicanos ó descendientes de ellos y su consumo y aportación anual rebaza a cualquier minoría. La esperanza es que algún día y espero que sea pronto accedan al poder políticos sensatos que promuevan la equidad de razas y como lo presenta una vieja novela, en el año 2015 un descendiente de mexicanos logre la presidencia de ese país, un mexicano con entendimiento de lo que sufrieron sus ancestros para poderse asentar aunque no aceptados en ese país. Mal hacen algunos ciudadanos norteamericanos en crear este mal ambiente con uno de los pocos aliados que le quedan. No todo es dinero y poder, sino podemos gastarlo y compartirlo.
Eso y mucho más sufren nuestros braceros y todavía permitimos que los atraquen, chantajeen y presionen en cuanto cruzan la frontera para venir a visitar a su familia. Esto es intolerable y debemos cuidarlo y denunciarlo aunque sean aduanales, policías ó tránsitos. Si lo tratamos mal aquí, entonces donde aquí, entonces donde los tratarán bien.
Nota: Mañana día 12 de diciembre se abre la “frontera libre” a casi todo lo fabricado en China, según acuerdo firmado hace seis años por el ex-presidente Vicente Fox.
P.D. La participación ciudadana es la verdadera fuerza de un pueblo ya sea una comunidad pequeña ó una gran urbe. El participar dá oportunidad de manifestar una opinión y una forma de ser y de pensar. Repito, la sociedad civil tiene que organizarse y participar exigiendo y sugiriendo para el bienestar de la comunidad y entidad donde vive y habita. ¡No participa, entonces no se queje!
¡México es primero!
Diciembre 2007
